Telefónica propondrá a los sindicatos un Plan de Suspensión Individual de Empleo (PSI) totalmente voluntario con el objetivo de suprimir alrededor de 2.800 puestos a partir de 2021, correspondientes a perfiles de trabajadores mayores de 53 años y con más de 15 años de actividad en la compañía. El coste del programa rondará los 1.600 millones de euros y los ahorros anuales promedio de gastos directos se aproximarán a los 220 millones de euros a partir de 2021. En un comunicado a los mercado, el operador asegura que "el impacto en la generación de caja sería positivo desde el primer año,si bien dependerá de las condiciones finales negociadas y el grado de adhesión al plan".
El consejo de administración de Telefónica también ha aprobado un plan de formación para mejorar las capacidades de más de 6.000 empleados en España e incidir en las nuevas necesidades del negocio, como es la digitalización, robotización y automatización de procesos. De esta forma, la multinacional propone simplificar el marco laboral y reforzar las habilidades digitales de su plantilla
La 'teleco' también ha confirmado que la propuesta a negociar con los representantes de los trabajadores es la misma que la ya realizada en 2015, plan al que se acogieron 6.500 trabajadores para recibir el 68% del salario hasta la fecha de su jubilación, periodo durante el cual Telefónica se compromete a cubrir el coste de las cotizaciones a la Seguridad Social, sin que dicho pago suponga un menoscabo para las arcas públicas.
El coste del programa de reducción de plantilla rondará los 1.600 millones de euros
Según se desprende de los últimos resultados trimestrales (entre los pasados meses de abril a junio), los gastos de personal del Grupo Telefónica aumentaron un 5,5% interanual en el trimestre (el mismo porcentaje que en el primer el semestre del año). Esa magnitud resultó afectada por la actualización de salarios en Argentina y mayores gastos en Reino Unido. En sentido contrario, se produjeron rebajas en estos gastos de personal por ajustes laborales puestos en marcha en España, Brasil y, especialmente Alemania.
Según los datos públicos de la compañía, el Grupo Telefónica ya registró 21 millones de provisiones por gastos de reestructuración en el segundo trimestre del año (17 millones de ellos en Telefónica Deutschland), que afectan a las partidas de gastos de personal. Durante 2018, los gastos de ajustes laborales se cifraron en 363 millones de euros, frente a los 219 millones de 2017 y los 1.290 millones de 2016. De todo lo anterior se desprende que dichas partidas rozaron los 1.893 millones desde principio de 2016.
Al inicio de este verano, Telefónica España se dirigió a los Comités Intercentros de las tres jurídicas integrantes del Convenio de Empresas Vinculadas (CEV, formado por Telefónica de España, Telefónica Móviles y Telefónica Soluciones), para apremiarles para que ratifique la propuesta para dar comienzo de la negociación del II CEV, según indican fuentes sindicales.
A grandes rasgos, los sindicatos mayoritariamente representados en Telefónica dedicarán la mayor parte de su empeño negociado en salvaguardar y garantizar la creación de empleo, la no movilidad forzosa geográfica, ni tampoco la segregación obligada, junto con mejoras retributivas y de conciliación laboral.
Venta de torres de telefonía
El consejo de administración de Telefónica de este martes también ha acordado "la puesta en valor de su actual portfolio de torres de telecomunicaciones", para lo que ha acordado continuar con el estudio y análisis de dicho proyecto. En concreto, Telefónica cuenta con 68.000 emplazamientos en propiedad, de los que 18.000 están en mano de su participada de infraestructuras Telxius y los 50.000 'sites' restantes pertenecen a Telefónica. A partir de ahora, la teleco pretende escuchar todas tipo de propuestas, entre las que se incluye la venta a otras compañías especializadas en infraestructuras de telecomunicaciones.
El objetivo final de este movimiento consiste en aligerar la deuda y reanimar el valor en bolsa tras un mes de agosto en el que la compañía ha llegado a cotizar en mínimos del siglo.