Empresas y finanzas

Los retos del tren para crecer en mercancías y reducir CO2: bajar precios y ser eficiente

  • Rail Freight lanza el tren de Noé para reivindicar la necesidad de elevar el peso del ferrocarril
  • El presidente de Renfe: "Es un acto de sector y de la sociedad" bajar emisiones
El tren de Noé con los vagones de Renfe

El tren de Noé ha llegado a la estación Príncipe Pio de Madrid para reivindicar la necesidad de elevar el uso del ferrocarril en el transporte de mercancías como una herramienta básica para reducir las emisiones de CO2. El convoy salió de Polonia y ha ido recorriendo Europa hasta llegar a España, trayecto en el que ha ido sumando vagones decorados con animales hasta convertirse en la obra de arte más larga del mundo. Ya suma doce vagones de los que Renfe, que forma parte de la iniciativa, ha puesto dos: uno de ellos decorado con tortugas.

La iniciativa, promovida por la asociación Rail Freight Forward, busca concienciar a la población, a la industria y a las distintas administraciones de la importancia de promover el uso del tren para impulsar la economía Europea y cumplir los objetivos de emisiones de 2030, ya que puede llegar a evitar la emisión de hasta 290 millones de toneladas de CO2 en la próxima década. El objetivo es incrementar hasta el 30% la cuota del transporte ferroviario de mercancías en Europa en 2030, algo que supone un fuerte reto.

El objetivo es que el ferrocarril tenga el 30% de la cuota en la UE en diez años. Ahora tiene el 18%

Actualmente, la media es del 18%, una cifra que baja por debajo del 5% en el caso de España, donde pese a la liberalización el mercado se ha reducido y los precios siguen a la baja para ganar peso en la misma tarta. No en vano, los últimos datos publicados por Renfe Mercancías reflejan un descenso de los ingresos del 1,42% con respecto al primer semestre de 2018 y un alza de apenas un 0,7% de las toneladas transportadas.

"Tras el ferrocarril hay un potencial enorme de ahorro de CO2 pero para que esto sea una realidad hay que tomar decisiones políticas"

Así, pese a las bondades de esta iniciativa, que el presidente de Renfe, Isaías Taboas, ha descrito como un "acto de sector, de sociedad y humanidad", el modo afronta muchos retos para crecer, "evitar que haya un millón de camiones más en la carretera y ahorrar 100.000 millones de euros en costes externos en Europa", tal y como ha asegurado Bernd Hullerum, consejero delegado de Transfesa Logistic, firma que, junto con Renfe y Captrain, forman parte de la asociación Rail Freight.

Y ha sido justo el presidente de Captrain España, Miquel Llevat, el que ha señalado los retos que enfrenta el sector para elevar su cuota modal en las mercancías en Europa y, en especial, en España, donde no es un negocio rentable para nadie. "Tras el ferrocarril hay un potencial enorme de ahorro de CO2 pero para que esto sea una realidad hay que tomar decisiones políticas tanto a nivel europeo como de España" aseguró durante la presentación de la llegada del tren de Noé, que viajará a Barcelona, donde será presentado el próximo día 13 de septiembre.

"Debe ser más eficiente, aportar valor añadido y dar un buen precio para animar a la industria a salir de donde está, el camión"

"Pese a que el sector está liberalizado, el ferrocarril no crece en el transporte de mercancías porque no es negocio. Cuando algo es un negocio, crece y se gana dinero", sentencia. Así, el directivo señaló que para que el modo crezca y gane terreno al camión necesita ser más atractivo tanto para los clientes como para los inversores. "Debe ser más eficiente, aportar valor añadido y dar un buen precio para animar a la industria a salir de donde están y asumir el riesgo de cambiar el tren por el camión". En este sentido, apuntó que el sector tiene un problema de precios porque los costes son muy elevados y la conectividad no está asegurada, y menos en países como España.

En cuanto a los inversores, Llevat quiso dejar claro que ser negocio también implica atraer capital y que para ello hay que "repartir dividendos, disminuir los riesgos y trabajar en ser estables y previsibles y tener visibilidad de cara al futuro".

"Solo cinco países de la UE no tienen programas o herramientas para invertir en intermodalidad. Cuatro de ellos son países de menos de cinco millones de habitantes con una cuota del tren de más del 30%, el quinto es España, con una cuota del 5%. Somos los últimos de la fila y no se está haciendo nada para cambiarlo", sentenció antes de finalizar su intervención y acudir a visitar el tren decorado, donde en cada vagón caben 40 toneladas, y que, según Hullerum demuestra que un tren "puede ser bonito y también sexy".

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