En 2017, la compañía elaboró su plan para contribuir a la descarbonización, lo que implica que se encuentra trabajando en varios ámbitos: la implementación de medidas de eficiencia energética, la reducción de emisiones por combustible y el aumento del autoconsumo energético.
El transporte aéreo constituye un sector estratégico en la economía mundial, por su impacto económico y contribución social en términos de conectividad, accesibilidad, conexión y vertebración territorial.
Particularmente en España es indiscutible su importancia por su contribución al turismo, sector que aporta más del 11% del PIB nacional. Por todo ello, se ha convertido en un importante actor en la creación de empleo y riqueza.
Sin embargo, este beneficio social y económico debe ser compatible con los efectos en el medio ambiente, destacando la lucha contra el cambio climático, que se ha configurado como una de las grandes preocupaciones actuales. El sector no es ajeno a esta preocupación y ha declarado su firme compromiso para reducir drásticamente sus emisiones, promoviendo medidas que ayuden a asegurar un equilibrio entre la conectividad por el aire y la protección del planeta.
Aena se ha adherido a la iniciativa NetZero2050 con el objetivo de alcanzar cero emisiones de carbono en sus aeropuertos para 2050
En base a ello, Aena elaboró en 2017 su Estrategia de Cambio Climático, a partir de la que está trabajando en varios ámbitos: la implementación de medidas de eficiencia energética que permitan reducir el consumo eléctrico, la reducción de emisiones por combustible y el trabajo colaborativo con terceros, y el aumento del autoabastecimiento energético de sus instalaciones a partir de fuentes renovables. En este último ámbito destaca su medida más ambiciosa, el Plan Fotovoltaico, que le permitirá generar el 70% de energía fotovoltaica para autoconsumo.
En esta línea, Aena se ha adherido a la iniciativa NetZero2050, en la 29ª edición del Congreso Anual de ACI Europa, con el objetivo de alcanzar cero emisiones de carbono en sus aeropuertos para el año 2050.
En este sentido, el esfuerzo de Aena ha sido reconocido mediante la calificación obtenida en CDP (anteriormente Carbon Disclosure Project). Esta organización independiente sin ánimo de lucro, nacida de una iniciativa del sector financiero busca, en nombre de más de 650 inversores institucionales, obtener información de las principales empresas para facilitar decisiones de inversión que incorporan el cambio climático como un factor estratégico. A este respecto, sus informes valoran la estrategia de las compañías en materia de cambio climático y reducción de emisiones, y ha calificado a Aena con una B, una puntuación por encima de la media europea y del sector.
Todo ello forma parte del compromiso de Aena de hacer frente a la emergencia climática, que debe abordar el sector de la aviación, no solo llevando a cabo actuaciones en los aeropuertos, sino trabajando de forma colaborativa con las aerolíneas y las empresas del sector para implementar soluciones innovadoras que nos permitan alcanzar una aviación más sostenible y libre de carbono.