La industria española de los refrescos y los zumos está en pie de guerra contra la iniciativa de la Generalitat de Cataluña de gravar el consumo de azúcar. Las primeras estimaciones de Anfabra, la patronal de las bebidas refrescantes, apuntan ya a que tras la aprobación del impuesto, estos productos podrían encarecerse entre un 10% y un 20%, según se trate de primeras marcas o de enseñas de la distribución.
Aunque la Generalitat no ha presentado públicamente todavía ni el Anteproyecto de Ley de Presupuestos de 2017, ni tampoco la Ley de Acompañamiento, en principio su propuesta pasaría por aplicar distintos tributos dependiendo de la concentración de azúcar en las bebidas. Para aquellas que tengan entre 5 y 8 gramos por cada 100 mililitros, se aplicará una tasa de 0,08 euros por litro. En el caso de las que superan los 8 gramos de azúcar, la tasa aumentará hasta los 0,12 euros por cada litro.
De acuerdo con el departamento de Economía de la Generalitat de Cataluña, un impuesto de estas características generará a la comunidad autónoma 31 millones de euros en ingresos en 2017 y 41,3 millones en 2018. Sería la modificación impositiva pactada entre Junts pel Sí y la CUP para que los Presupuestos puedan ser tramitados en el Parlamento catalán que más aumentaría la recaudación en 2017.
En la industria aseguran, sin embargo, que no se conseguirán los objetivos previstos. "Si lo que se pretende es reducir los índices de obesidad, no servirá absolutamente de nada, lo único que se va a conseguir es castigar al consumidor con más impuestos", explica Josep Puxeu, director general de Anfabra, que apuesta por la autorregulación y la educación para fomentar hábitos de vida saludables.
Bajos en calorías
Puxeu explica que "actualmente el 90% de nuestra comunicación publicitaria se enfoca hacia productos bajos en calorías". El sector, que participa en la Estrategia para la Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS) impulsada por el Ministerio de Sanidad y Consumo, ha apostado en los últimos años por la reformulación y lanzamiento de productos cada vez con menor contenido calórico.
Según el director general de Anfabra, "desde el año 2005 los gramos de azúcares por litro del conjunto de bebidas refrescantes puestas en el mercado se han reducido así casi un 27%". El resultado es que, actualmente, una cuarta parte de los refrescos que se consumen ya en España tiene menos de cinco gramos por cada cien mililitros.
De esto modo, Coca-Cola ha reducido, por ejemplo, en un 80% los azúcares de Sprite y en un 30%, los de Fanta, al margen de reforzar su apuesta por las versiones light y zero. Pepsi, que ha impulsado también innovaciones más saludables, ha reducido en un 42% el azúcar de Lipton y en un 35% el de Kas y Schweppes. La compañía ha bajado, además, en un 59% el azúcar de Sunny Delight, en un 42% el de su bebida de limón y en un 14% el de Trina.
En conjunto, las versiones light y zero suponen ya el 39% de la venta de refrescos de cola para Coca-Cola y el 37% para Pepsico. Y eso, al margen de La Casera, sin azúcares añadidos ni contenido calórico, que representa el 45% de las ventas de Schweppes Suntory en España.
En Anfabra están estudiando ahora todas las medidas legales a su alcance para intentar frenar la pretensión de la Generalitat, aunque admiten que no será fácil, porque si se aprueba el proyecto, la única vía sería un recurso ante el Tribunal Constitucional, algo que por otra parte podría hacer el Gobierno central, dado que los presupuestos catalanes incluirán partidas para financiar el proceso soberanista.
Diferencias autonómicas
En la misma línea que Anfabra, Alfonso Mena, secretario general de Asozumos, la asociación que defiende los intereses del sector de los zumos, muestra su preocupación por esta nueva tasa. Sostiene que esta industria es básica para la estructuración y buen funcionamiento del sector de las frutas y hortalizas en España, puesto que transforma el 25% de la producción.
Mena critica que el impuesto catalán "vaya a romper la unidad del mercado, provocando que un mismo producto tenga que ser más caro en una autonomía que en otra" y advierte además del peligro de que se frenen las exportaciones, una de las grandes fortalezas de este sector.
En 2015, alcanzó unas exportaciones de 754.686 toneladas de zumos por un valor de 593 millones.
En la patronal creen que la imagen saludable de los zumos está siendo cuestionada públicamente casi a diario "y muchas veces, sin justificación, lo cual está perjudicando la evolución del sector". Ante ello, Mena va a proponer a su junta directiva una apuesta por la autorregulación, con la inclusión, por ejemplo, de mensajes de consumo responsable. Eso, al margen de apoyar campañas para defender que los zumos -elaborados sólo con fruta- "son una buena fuente de nutrientes".
El sector de las bebidas azucaradas no es el único que soportará nuevos impuestos en Cataluña. Si sale adelante la propuesta del equipo de Oriol Junqueras, también se cobrará una tasa a los apartamentos turísticos. Entre ellos, a los que los particulares alquilan en webs como Airbnb.