Consumo

Cremas anticelulitis a examen: mucho gasto y resultados reducidos

  • Si cumplieran lo que prometen deberían registrarse como medicamentos

Llega el verano y aumenta la preocupación por el físico. La sociedad se vuelca con el cuidado personal y comienza el boom de las cremas y los productos para adelgazar. En el caso de las mujeres, padecen además el bombardeo de anuncios con remedios para deshacerse de la odiada celulitis.

Según datos de la OCU el 98% de las mujeres la padece en muslos y caderas y se trata de algo muy normal por lo que no conviene martirizarse. Y menos atendiendo a los resultados de la encuesta que ha realizado esta organización y cuya conclusión ya sospechábamos: las cremas anticelulitis tienen resultados muy reducidos.

La OCU recuerda que es imposible acabar con la celulitis aplicándose solo una crema, ya que actúan en la superficie y los resultados además de muy limitados son temporales. Una crema puede suavizar, embellecer o perfumar la piel, pero no acaba con la celulitis ya que si eso fuera cierto deberían registrarse como medicamentos y no como cremas simplemente. A pesar de todo las firmas de estética hacen su agosto en esta época con promesas inalcanzables.

Ocho cremas a examen

La OCU se ha centrado en el análisis de ocho productos anticelulíticos. Todos son conocidos, se venden en supermercados y en farmacias o parafarmacias. Se ha comparado con las alegaciones que hacen basándose en supuestas evidencias científicas que generalmente no son rigurosas.

Los ocho productos analizados son: Dove Perfect Curves, Elancyl Cellu Slim, Garnier Body Tonic, L'Oréal Perfectslim Laser, Nivea Cellulite Gel Crema, Roc anticellulite microactivo, Thiomucase, Vichy Cellu destock.

¿Qué llevan estos productos?

Cada producto tiene diferente composición, pero básicamente todos recurren a principios activos pensados para mejorar la circulación y combatir el edema, y a sustancias con acción sobre los adipocitos (o células grasas). Algunos de los principios activos más utilizados son:

- Escina. Esta sustancia procede del castaño de Indias y actúa como vasoprotector. Se encuentra también en medicamentos utilizados para mejorar el edema y retención de líquidos, pero su utilidad es escasa y la evidencia se refiere solo a su uso por vía oral, no tópica.

- Gingko Biloba. Sus extractos tienen propiedades sobre la permeabilidad vascular y mejoran el tono vascular y la microcirculación.

- Centella asiática. También con efecto sobre microcirculación.

- Ruscus aculeatus. Vasoconstrictor venoso, contiene flavonoides que pueden mejorar la resistencia de los capilares y disminuir la permeabilidad vascular y edema, mejorando el drenaje linfático.

- Cafeína. Esta sustancia, y sus 'primas' aminofilina, teofilina o teobromina promueven la lipogénesis y lipólisis. Se ha demostrado su eficacia lipolítica in vitro, y penetra fácilmente en la piel... pero no hay constancia de que sea capaz de llegar a las células del tejido adiposo, muy por debajo de la epidermis. Faltan estudios clínicos rigurosos sobre cosméticos con cafeína.

- Carnitina. Es un aminoácido que interviene en el metabolismo de las grasas, pero la evidencia de su eficacia se refiere solo a test in vitro.

- Vitaminas. En particular derivados de la vitamina A (como el retinol), con efectos en la piel, o el ácido ascórbico o vitamina C por su papel como antioxidante.

-Alfahidroxiácidos (AHA). Derivados de ácidos de frutas que actúan sobre la superficie de la piel con una exfoliación suave, para reducir la apariencia de "piel de naranja".

Advertencia: la mayoría de estas sustancias han probado su eficacia, pero solo en pruebas in vitro... y la OCU alerta que no es lo mismo destruir adipocitos en una placa de laboratorio, que atravesar la epidermis para lograrlo.

Cuatro trucos para convencerle

1. Nombres evocadores que sumados a una lista de ingredientes repleta de términos sofisticados y moléculas patentadas parece que conquista al consumidor.

2. Eficacia ¿probada? Y aquí la OCU recuerda que entramos en el reino del 'asterisco'. Y es que uno de los recursos más habituales es aludir a pruebas o tests que demuestran la constatada eficacia del producto. En realidad, casi siempre son asteriscos que remiten a test sensoriales de paneles de consumidores, en el que se autoevalúan los efectos de las cremas y sus propiedades cosméticas. Son resultados subjetivos, pero dan lugar a alegaciones fáciles de sustentar. A esto responden afirmaciones como las de L'Oréal , cuando dice "71% de mujeres se sintieron menos apretadas en sus vaqueros" con una aclaración que dice Autoevaluación, test realizado a 50 mujeres.

3. Alegaciones fantasiosas u optimistas en exceso. Donde prometen reducir "hasta X cm", recogiendo valores extremos obtenidos en situaciones irreales. O explicaciones como "eficacia probada en zonas resistentes a las dietas" o "zonas rebeldes".

4. Fotografías retocadas. Es habitual ver en los envases o en la promoción figuras esbeltas de glúteos y piernas, que se asemejan más a un dibujo que a una mujer real, una técnica para sugerir el resultado con el uso.

Combatir la celulitis: batalla perdida

La celulitis o piel de naranja no es algo patológico. Desde la OCU recuerdan que aunque nos lo presenten como un defecto es la forma normal en la que el cuerpo femenino almacena grasa.

Las causas exactas de la celulitis no están del todo claras. Todo parece apuntar a la suma de varios factores, desde la debilidad de las fibras, problemas en la microcirculación, edema, aumento de volumen en algunas células grasas (adipocitos), inflamación? Y existen tratamientos que pueden mejorar su aspecto, pero solo de forma temporal.

A pesar de que no hay nada para eliminarla radicalmente, sí se puede contribuir a mejorar su apariencia con una serie de hábitos saludables:

- Tomar una dieta rica en frutas, verduras y fibra.

- Mantenerse hidratado bebiendo una buena cantidad de líquidos.

- Hacer ejercicio con regularidad para mantener los músculos tonificados y los huesos fuertes.

- Mantener un peso saludable (no hacer dietas yoyo).

- No fumar.

En el extremo opuesto, el aumento de peso, el estrés, el sedentarismo y la toma de anticonceptivos son factores agravantes.

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