
Banco Santander impulsa la protección, la conservación y la recuperación del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. La entidad es consciente de que su preservación no sólo conlleva impactos sociales y económicos positivos, sino que, además, ofrece importantes oportunidades de negocio.
Así, la entidad financiera articula su esfuerzos en tres líneas de trabajo: control y reducción de los consumos y emisiones de las instalaciones; el análisis del riesgo social y ambiental en las operaciones de crédito, considerando así los aspectos sociales y ambientales en los procesos de análisis de riesgos y toma de decisión en sus operaciones de financiación, y el desarrollo e impulso de soluciones financieras que apuestan por la protección del medio ambiente, como son las energías renovables y la eficiencia energética.
Asimismo, destacan las actuaciones de recuperación de espacios naturales degradados y diversas publicaciones que realiza la Fundación Banco Santander. La entidad que lidera Ana Patricia Botín ha lanzado un plan que finalizará en 2018 y que pondrá en marcha más de 200 medidas en los mismos países, y en los centros de procesos de datos (CPD), para reducir en un 9% el consumo eléctrico de los edificios, disminuir en el mismo porcentaje la emisión de CO2 y gases de efecto invernadero, y minorar en un 4% el consumo de papel.
Durante el año 2016 participó en la financiación de nuevos proyectos de energías renovables, como plantas fotovoltaicas o parques eólicos, cuya potencia total instalada ascenderá a 7.082 megavatios.