Agua y medioambiente

Tres confederaciones hidrográficas suspenden en sus informes de auditoría

Un sobresaliente, dos aprobados que necesitan mejorar, un suspenso, dos imposibles de calificar y tres pendientes de dictamen. Ese es el resultado de las auditorías que ha realizado la Intervención General del Estado (IGAE) a las cuentas de 2014 de las nueve Confederaciones Hidrográficas Españolas.

Sólo el organismo del Ebro supera la prueba sin salvedades y repite la máxima calificación, "favorable", que ya obtuvo el año pasado. Por su parte, las Confederaciones del Tajo, Júcar y Segura siguen pendientes de calificar. Sus cuentas de 2013 obtuvieron un "favorable con salvedades".

Las cuentas anuales de estos organismos autónomos deben, según establece la Ley General Presupuestaria, mostrar la imagen fiel de su patrimonio, su situación financiera, su resultado económico patrimonial y la ejecución de su presupuesto, con unos principios contables concretos. Se presentan cada año a la Intervención General del Estado, que es quien tras revisarlas y auditarlas, emite su dictamen: favorable, favorable con salvedades, desfavorable o sin opinión.

Opinión denegada

Puede parecer que el dictamen desfavorable es el peor, pero quizá sea aún más grave que denieguen la opinión, porque no han podido examinar las cuentas. En este último caso se encuentran, por segundo año consecutivo, la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), y la del Cantábrico (CHC), integrantes de la antigua Confederación Hidrográfica del Norte hasta que el Real Decreto 266/2008, de 22 de febrero, la dividió en las dos actuales.

El motivo del reciente dictamen de la Intervención del Estado se remonta a fechas anteriores a la división. En palabras del auditor, la denegación de la opinión a las cuentas de 2014 de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico se debe a que, desde 1998, el organismo nunca ha dispuesto de inventario que registre los bienes de su Inmovilizado Material, que cifra en 544.696.000 euros a 31 de diciembre de 2014, ni del Inmovilizado Intangible, valorado en 7.362.000 euros, lo que impide verificar la existencia, composición y correcta valoración de tales bienes y cuantificar la amortización que se debería dotar en cada ejercicio.

Por todo ello, "no hemos podido obtener evidencia de auditoría que proporcione una base suficiente y adecuada para expresar una opinión de auditoría. En consecuencia, no expresamos una opinión sobre las cuentas anuales adjuntas".

Todo por un inventario

Lo cierto es que la extinta Confederación Hidrográfica del Norte carecía de inventario, por lo que en 2009 la Dirección General del Agua adjudicó un contrato de servicios para que, en dos años, se realizara un inventario de los bienes inmuebles adscritos a cada una de las dos nuevas confederaciones.

El contrato recayó en la Confederación Hidrográfica del Cantábrico que, pese a disponer de tres prórrogas, que concluyeron el 30 de septiembre de 2012, aún no ha terminado esta encomienda.

A la vista de este retraso, la CH del Miño-Sil ha comenzado a elaborar su propio inventario, lo que no ha obstado a la Intervención General del Estado a negarle la opinión a sus cuentas del año 2014, con los mismos argumentos esgrimidos en el informe de su organismo hermano, la CH del Cantábrico, y como ya hizo también en las auditorías de ambas sobre las cuentas de 2013.

Carencia de inventario

De hecho, el auditor ha hecho constar esa carencia de inventario en todos los informes de auditoría emitidos desde la creación de la CHMS. Habrá que esperar que en lo que queda de año se concluya ese registro y que las cuentas de 2015 tengan dictamen.

En cuanto a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, la Intervención General del Estado le otorga dictamen desfavorable también, por no disponer de un inventario que recoja los bienes del inmovilizado intangible y del inmovilizado material. Pero, en este caso, hay otras motivaciones que las puramente inventariales.

El auditor censura a la CHG por no haber incorporado aún a su balance los bienes y elementos afectados por el proceso de transferencia de competencias a la Junta de Andalucía ejecutado en 2011, lo que le indicaron por primera vez en el informe de auditoría de las cuentas de ese año, indicación que se ha mantenido en los informes de auditoría de los ejercicios siguientes. También le reprocha el que no aporte relaciones de acreedores que justifiquen el saldo de 8.797.557,14? de "Otras partidas pendientes de aplicación", y que no haya regularizado la partida de "otros deudores no presupuestarios".

Así, el auditor sentencia: "En nuestra opinión, debido a los hechos muy significativos descritos en el apartado "Resultados del trabajo: Fundamento de la opinión desfavorable", las cuentas anuales adjuntas no expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir a 31 de diciembre de 2014, así como de sus resultados, de sus flujos de efectivo y del estado de liquidación del presupuesto correspondiente al ejercicio".

Quedan pendientes de conocer las notas que sacarán este año las Confederaciones Hidrográficas del Tajo, Júcar y Segura. Las cuentas de 2013 de las tres obtuvieron el dictamen de "favorable con salvedades".

La única pega que puso el auditor a la CH del Tajo trae a colación la elaboración de su nuevo inventario, que está siendo desarrollado por Tragsatec. Pero esta vez el auditor sólo reprocha no poder pronunciarse "sobre la metodología seguida para fijar las valoraciones de ciertas infraestructuras y terrenos".

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