Agro

"La equiparación de la edición genética a los transgénicos será brutal para la innovación de las pymes"

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Antonio Villarroel, secretario general de Anove, califica de "mazazo a la innovación" la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE que equipara las variedades vegetales obtenidas con las nuevas técnicas de edición genética -CRISPR- con los transgénicos (OGM).

¿Cómo valora la sentencia del Tribunal Europeo?

Es una muy mala noticia. Y no sólo lo decimos nosotros, también el Copa Cogeca y las organizaciones agrarias han reaccionado en este sentido. Es un mazazo a la innovación. Teníamos una oportunidad extraordinaria de hacer una interpretación, de la normativa actual que facilitase el uso de estas nuevas técnicas de mejora genética pero desafortunadamente el Tribunal no ha hecho caso a la posición que sostenía el abogado general, que nosotros pensamos que es la correcta. Insisto, es una pésima noticia.

¿Cuáles son las diferencias de los transgénicos y las variedades vegetales obtenidas por edición genética?

Hasta que se publicó la directiva europea 2001/18, que es la que se refiere a la edición de genes, además de la mejora convencional basada en cruzamientos de variedades, existía la posibilidad de realizar ingeniera genética. Una era la técnica de la cisgénesis, por la que podías identificar y separar genes concretos de un organismo e introducirlos en otro distinto. Es decir, añadías genes foráneos de otro organismo de la misma o de otra especie, y se generaban los conocidos como transgénicos (OGM). Es una técnica sometida en la UE a una normativa muy estricta y que además no funciona porque está politizada. Luego estaba la mutagénesis, que es inducir modificaciones a los genes de forma aleatoria por medios químicos o por radiación. Son mutaciones similares a las que se producen en la naturaleza. Ahora, las nuevas técnicas, los conocidos como crispers, que son a las que afecta la sentencia, permiten hacer estas mutaciones de forma localizada, de manera que puedo editar esos genes como si fueran software. De esta manera si vemos que un gen beneficioso está inactivo, lo activas, o uno que es perjudicial, porque es responsable de una enfermedad, lo desactivas.

Inmensas oportunidades

¿Qué oportunidades ofrecen esas nuevas técnicas?

Las oportunidades que esto abre son inmensas y se pueden ver en la sanidad humana para la curación de un montón de enfermedades en las que hay un componente genético alto. Ahí ha sido recibido de una forma absolutamente positiva. Paradójicamente en las plantas nos volvemos mucho más restrictivos y decimos que como ésa mutagénesis va más allá de la tradicional no le puedo aplicar la exención de la normativa de los OGM como sí se hace con la mutagénesis tradicional. Eso tiene un problema, es que primero, en muchos casos tu no puedes distinguir cómo se ha producido esa mutación. Por ejemplo, si tomamos los cítricos, donde los índices naturales de mutación son muy altos y gran parte de las variedades que hay en el mercado proceden de ahí, no vamos a poder saber si esa mutación es por causas naturales o mutagénesis. Por eso en la mayoría de países, Estados Unidos o de nuestro entorno, la regulación que han hecho está basada en si esas mutaciones se pueden dar en la Naturaleza o no. Es decir, todos los productos que se pueden dar en la Naturaleza no son OGM. Pero si por el contrario tiene genes de otras especies o un tipo de manipulación que nunca se hubiesen dado en la Naturaleza, entonces es un transgénico. Esa interpretación es mucho más pragmática y sobre todo hubiera evitado todos los problemas que vamos a tener en el futuro en el impacto que esta sentencia va a tener en el comercio para la Unión Europea y para nuestro sector.

¿Cómo afectará a las variedades que ya están en el mercado?

La mayor parte son por mutagénesis aleatoria. En principio, las variedades obtenidas por esta técnica que ya están en el mercado y no han planteado ningún problema de salud, están exentas y no se aplica. Pero el tribunal dice que los Estados miembros pueden también regular esas técnicas, lo que abre la puerta a que los países más opuestos a estas tecnologías, como Austria o Francia, puedan aprovechar la oportunidad para también aplicarla esa normativa. Ahí las consecuencias podrían ser terribles porque en muchos cultivos, como en frutales, estas técnicas se utilizan de manera generalizada.

O sea, ¿la cosa puede ser peor?

Sí porque la mutagénesis aleatoria podría ser regulada. En el tema de OGM el problema es que las exigencias que establece la normativa no han funcionado porque pese a que se cuenta con muchos informes científicos positivos, en muchos casos de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), muchos países sin embargo por criterios puramente políticos lo prohíben. La prueba está en que en Europa no existen apenas cultivos modificados genéticamente a diferencia de lo que ocurre a Estados Unidos.

¿Como afectará a la innovación?

Primero puede causar una relocalización de inversiones de I+D. Algunas de estas técnicas son muy prometedoras y está clarísimo que aquellos países en lo que no están sobrerreguladas van a atraer inversiones si en Europa si se tienen que asumir todos los costes regulatorios. Va a suponer una huida generalizada. Con un añadido, y es que puede tener un impacto negativo brutal para las empresas pequeñas y medianas. Cuando hablamos de nuestro sector la gente piensa que se trata de grandes multinacionales. No nos equivoquemos. Las multinacionales están presentes sólo en unos pocos cultivos, pero en la mayoría de los cultivos -frutales, cereales, hortícolas, cítricos- hay centenares de empresas, centros públicos y cooperativas investigando. Todas las empresas que no tienen los recursos para irse fuera van a ser las que se van a quedar y van a perder completamente la carrera frente a sus competidores de terceros países y las variedades desarrolladas aquí con tecnologías más antiguas se van a quedar cada vez más obsoletas. El impacto que tiene para el sector es enorme.

Y desde el punto de vista agrícola, ¿en un contexto precisamente en el que los agricultores reclaman variedades resistentes a la sequía o que necesitan menos agua?

El impacto es claro. Estas tecnologías lo que permiten es acelerar muchísimo los procesos de desarrollo. Cuanto más vamos conociendo la fisiología y la genómica de las plantas, vamos entendiendo mejor cómo funcionan y eso nos permite dar soluciones. Al no poderse investigar aquí es muy incierto cómo vas a poder acceder a ellas. Y suponiendo que puedas acceder a ellas por la vía de la importación vas a generar un coste mayor y un problema de adaptación a las condiciones locales.

¿Se podrán importar?

Esa es la gran incertidumbre. Las perturbaciones que va a haber por las diferentes interpretaciones sobre cómo se regula esto en el mercado van a ser enormes. Europa es muy importadora de muchos productos. Con los productos de países en los que no se aplica la legislación para OGM cómo se va a hacer, porque no se puede saber si la mutación es natural o no. El impacto en el comercio puede ser enorme. Y la cuestión de fondo es cuál es el modelo de agricultura que la Unión Europea quiere. Si lo que se pretende es quedarnos, como algunos movimientos pretenden, con variedades tradicionales, con una agricultura local, vamos a perder definitivamente el tren de la productividad y la innovación. Nos vamos a convertir en un parque temático cultural, pero no en un actor económico potente.

Pero a los ciudadanos se les puede transmitir la seguridad de que son seguros. ¿La sentencia se basa en algún informe científico?

A estos productos se les va a aplicar los principios de precaución extrema que están contemplados en la directiva sobre OGM. Pero no porque haya ningún motivo para prever que se produzcan problemas sino porque son productos que no se dan, en teoría, en la naturaleza. Dicho esto, y aunque las técnicas son muy diferentes, tenemos el ejemplo de los OGM, que ya llevamos con 20 años con ellos sin ningún caso documentado de que hayan tenido algún efecto perjudicial para la salud humana y en ese sentido recuerdo la carta de los premios Nobel criticando a Greenpeace por su postura sobre los transgénicos. No hay ninguna razón particular para sospechar que este tipo de tecnologías puedan haber añadido algún riesgo adicional. Imagínese todas las plantas que han venido de otros continentes -la patata, el tomate, los cereales, el maíz-, que hemos estado intercambiando sin ningún control de ninguna clase. Todos los productos que se ponen ahora en el mercado tienen un análisis de riesgo que ha sido absolutamente desconocido en la Historia de la Humanidad. Eso es muy importante resaltarlo.

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