Agro

Oliete rescata del olvido sus olivos centenarios: ha recuperado 4.500 árboles

Cada olivo recuperado tiene un código QR que lo vincula a su padrino.

Oliete está rodeada de olivares. De hecho, su nombre se toma del olivo y el cultivo de la aceituna fue, durante muchos años, uno de los sectores de actividad agraria más importantes. Sin embargo, su peso económico fue decayendo con el devenir de los años por el éxodo rural, ya que en tan solo dos generaciones se pasó de 2.500 a 480 habitantes. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

Una actividad que también se ha visto obstaculizada porque los olivares son minifundios -no grandes extensiones como en el Sur de España-, que dificultan que una familia pueda vivir con tan solo, por ejemplo, unos 150 olivos.

Dos factores a los que se suman que es un área de difícil recolección y cuidado, al ser muy escarpada, y el cierre de la cooperativa hace nueve años, que hizo todavía más complejo que estos olivares fueran rentables económicamente.

Todas estas causas han propiciado que en Oliete poco a poco se fuesen abandonando los olivares, que ahora se están recuperando de la mano de la iniciativa Apadrina un olivo, nacida en mayo de 2014. "Lo que estamos haciendo es recuperar el olivar involucrando a las empresas y a la sociedad a través de las nuevas tecnologías". Para ello, se apuesta por una economía sostenible y social, y se sigue un modelo de custodia agraria en el que "se involucra al dueño del terreno en el proceso y se firma un acuerdo para recuperar y explotar el terreno", según explica José Alfredo Martín, uno de los impulsores de esta iniciativa junto con Alberto Alfonso (nativo de Oliete), Pablo García y Adrián Martín.

La iniciativa se centra en recuperar estos olivos centenarios en abandono desde hace entre 20 y 50 años, y con una media de edad de entre 300 y 500 años a través de diferentes acciones de eliminación de esquejes, retirar restos de podas, desbrozar el terreno, labranza del suelo y su fertilización... para que puedan volver a dar aceitunas y producir el propio aceite, principalmente, con las variedades empeltre y, en menor medida, arbequina, que son típicas de Aragón.

Aportaciones a través de patrocinio

Este trabajo se realiza con las aportaciones a través de patrocinios que realizan las empresas y de las personas a título individual, quienes pueden apadrinar su olivo pagando la cantidad de 50 euros al año, que se destina al cuidado y recuperación de ese árbol apadrinado.

Todo este proceso puede ser visto por los padrinos a través de la aplicación móvil Mi olivo y de la web en la que se muestra cómo se va realizando toda la recuperación, gracias a que cada árbol tiene un código QR con el que se le vincula a su padrino o madrina. Incluso, se puede ir al pueblo a conocer el olivo apadrinado.

En la actualidad, ya hay 1.000 padrinos -cada uno recibe por el apadrinamiento dos litros de aceite de los olivos recuperados-, y se está trabajando en la recuperación de 4.500 árboles. "El objetivo es llegar a los 100.000 en Oliete".

La previsión es que los olivos que ahora se están recuperando puedan tener ya una cosecha de olivas para producir el aceite en el plazo de cinco años, de manera que "en 2019 tendremos la primera hornada en producción. El próximo año vamos a crear una marca de aceite de oliva responsable y sin ánimo de lucro porque el beneficio que se obtenga se destinará a recuperar más zonas". Además, este año se va a comenzar a construir una almazara en Oliete con la que se pretende "involucrar a todos los agricultores".

Con todo este proceso se quiere "cerrar todo el círculo de valor del árbol", porque la iniciativa va más allá de la recuperación de los olivos, puesto que tiene un alto componente sostenible. Desde el punto de vista medioambiental, se evita que estos cultivos puedan desaparecer fruto de una plaga o de la escasez de alimento en el suelo. Aparte, con su recuperación, se puede aumentar la capacidad de fijación de carbono de los olivos y del suelo, y contribuir a mantener y conservar la biodiversidad.

Impacto social y económico

Su impacto también es social y económico, ya que hasta el momento con las aportaciones y apadrinamientos que se han realizado se ha contratado a tiempo completo a tres agricultores, quienes han recuperado su actividad, aunque se prevé que la contratación fija se eleve a diez personas en el plazo de cinco años.

Además, se han generado 15 puestos de trabajo eventuales y se facilita la inserción sociolaboral de personas con discapacidad a través de la colaboración con Atadi (Agrupación Turolense de Asociaciones de personas con Discapacidad Intelectual) con quienes se han realizado 1.800 horas de trabajo.

La repercusión económica aún va más allá porque el impacto de Apadrina un Olivo está siendo positivo en esta zona turolense en otras áreas de actividad como el turismo rural, a raíz de las visitas que se realizan para conocer el olivo apadrinado. Alrededor de 800 padrinos y madrinas ya se han desplazado al municipio.

Y, el siguiente paso, es continuar trabajando en otras zonas "porque se ha creado un sistema de recuperación de áreas rurales con procesos naturales. Hemos desarrollado el know how y ya han surgido otras oportunidades en otros municipios y con otros cultivos".

Empresas

Apadrina un Olivo cuenta con padrinos que son empresas. "Es una iniciativa que es interesante para las compañías dentro de la Responsabilidad Social Corporativa. Tenemos entidades como Fundación Telefónica y otros colaboradores que también nos proveen de material" para llevar a cabo el proyecto como es el caso de maquinarias que se podrán adquirir en el plazo de entre dos y tres años.

Otras compañías optan por apadrinar olivos y zonas de olivares, que vinculan con sus empleados "a quienes damos charlas sobre despoblación, organizamos visitas al olivar... y, al final del año, reciben como regalo de Navidad dos litros de aceite".

Una de las empresas que ha apostado desde el principio por esta iniciativa es Hojiblanca, que es uno de sus patrocinadores principales desde el inicio del proyecto. Ahora, además, la compañía ha apadrinado un total de 100 olivos, que pueden ser apadrinados por las personas a través de una promoción que se ha lanzado hasta el 15 de junio.

Esta campaña consiste en un sorteo de los apadrinamientos en el que se puede participar con el ticket de compra. La promoción igualmente dará "acceso a la aplicación para que cada persona pueda seguir el proceso del cuidado de su olivo" y está previsto realizar excursiones para verlo in situ, según ha explicado Rocío Machín, Brand Manager de Hojiblanca.

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