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Las startups de impacto social cogen peso en el ecosistema español

  • Estas iniciativas buscan una doble rentabilidad: económica y social

Líderes mundiales expertos en medio ambiente llevan años advirtiendo de la importancia de que los agentes económicos aúnen fuerzas para salvaguardar los ecosistemas. En esta materia, el mundo empresarial tiene, como es lógico, mucho que avanzar. Y no sólo en lo relativo al medio natural, sino también en su relación con la sociedad en la que se asienta. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores

 Este compromiso, que en las grandes corporaciones se aborda desde la Responsabilidad Social, otras empresas lo colocan en el centro de su negocio. Son las startups de impacto social, proyectos que además de generar beneficios, quieren realizar un cambio positivo en la sociedad.

Esta nueva coyuntura empresarial se plasma, y cada vez de forma más recurrente, en el panorama nacional. De hecho, como señala José Moncada, fundador y director de La Bolsa Social -la primera plataforma española de crowdfunding autorizada por la CNMV y dedicada a la inversión de impacto social-, "en España, cada vez hay más proyectos de emprendimiento que tienen esa doble misión. Por un lado, obtener una rentabilidad económica; y por otro, tener un impacto positivo en la sociedad y en el medio ambiente de forma innovadora". Precisamente, así lo percibe también Carmen Cuesta, directora de Organización Corporativa de Enisa: "En efecto, en los últimos años ha habido un incremento de los emprendedores que apuestan por crear empresas que aporten un valor a la sociedad, dirigiendo sus recursos y beneficios para tal fin, gracias también a un clima propicio para emprender socialmente".

España, por detrás

A pesar de ello, los expertos consultados coinciden en que, en este asunto, nuestro país se encuentra por detrás de regiones cercanas. "Estamos viendo mucho potencial en emprendimiento social, pero si se compara nuestra situación con la de los países de nuestro entorno, estamos lejos de ellos", apunta Moncada.

Esta ligera dilación parece no estar perjudicando el interés de la comunidad inversora por estas iniciativas. De hecho, existe una modalidad concreta especializada en los proyectos mencionados. Se conoce como inversión de impacto social, y alcanzó la cifra de 87 millones de euros en España en el año 2013, según JP Morgan y Global Impact Investing Network (GIIN).

En este sentido, Moncada reconoce que "la situación de cara al futuro es prometedora. De hecho, cada vez hay más inversores que quieren apostar por invertir en proyectos de doble rentabilidad". En el caso de La Bolsa Social; "hay más de 3.000 inversores interesados en ello y hemos canalizado mas de 1.300.000 euros para estas startups", indica su fundador. Asimismo, a este interés se une el de otras entidades: "Hay cada vez más interés de escuelas de negocio y aceleradoras, como Social Nest o UnLtd Spain", concluye Moncada.

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