Durante los últimos años, las pymes y startups de servicios del sector de la tecnología, marketing digital y e-learning, han sido el perfil de compañías que han decidido dar el salto internacional. Así lo refleja un análisis de UR Global, una compañía especializada en la implantación y gestión de filiales de empresas españolas en Latinoamérica.
Según el informe, esto se debe, entre otros factores, a que la inversión que realizan estas empresas es menor a la que destinan las compañías de producto, ya que el coste de implantación está en torno a los 34.000 y los 60.000 euros frente a los 100.000 o 120.000 que necesita una empresa de producto para implantarse con una filial comercial.
Así, Luis M. Uranga, director general y fundador de UR Global, explica que han notado "un importante incremento de empresas puntocom que deciden explorar otros mercados".