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El crédito alternativo sobrepasa a las start-ups y ya pone el ojo en las pymes maduras

  • "Es necesaria una base financiera sólida para acometer un proyecto así"
Imagen de Istock

Ya no es necesario explicar qué es la financiación alternativa, sobre todo entre quienes buscan crear un nuevo negocio. De hecho, la dificultad de conseguir crédito a través de los bancos y otras vías más tradicionales ha hecho que muchos emprendedores basen su apuesta empresarial en estas fórmulas. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior

En este sentido, según el informe 'Moving Mainstream. The European Alternative Finance Benchmarking Report' de la Universidad de Cambridge y EY, España ocupó en 2014 el sexto puesto en el ranking europeo de este tipo de financiación, con un volumen total de transacciones por valor de 62 millones de euros, lo que supuso una velocidad de crecimiento del 152% con respecto al año anterior.

Y este éxito responde, en gran parte, a la reacción de algunos profesionales españoles, que se propusieron imitar el modelo creado y popularizado por los países anglosajones. De este modo nació en 2012 LoanBook, plataforma española de crowdlending -financiación de la mano de un grupo de inversores- especializada en créditos a pymes. Además, la compañía acaba de alcanzar la cifra de 3 millones de euros en créditos a pymes desde el lanzamiento de su plataforma, el pasado mes de octubre.

Facturación de hasta 10 millones

Concretamente, trabajan con empresas sólidas y maduras, con facturaciones de entre medio millón y 10 millones de euros y más de tres años de actividad. "Lo que ha ocurrido en la banca en los últimos años, a nivel de crédito empresas, ha hecho que nos enfoquemos en estos primeros tiempos a pymes muy solventes", explica Eloi Noya, director de Créditos y Riesgo de LoanBook.

La plataforma ofrece préstamos de circulante, líneas de crédito y descuentos de pagarés, en los que se anticipa una cantidad para la que tiene un derecho de cobro, con la condición de poder ejercerlo más adelante ante su emisor.

"Nuestros inversores tienen un talante muy conservador, tanto el pequeño ahorrador como los de banca privada o family office", cuenta Noya, que explica que estos créditos tienen un horizonte máximo de un año, normalmente de 90 a 120 días, y que se pueden volver a disponer cuando vencen.

Además, y precisamente por las características del mercado actual, desde LoanBook han desarrollado, en palabras del director de Créditos y Riesgo de la empresa, "un modelo de riesgos muy afinado, que puede realmente cribar las pymes buenas y separarlas de las que no lo son tanto".

Y, como pilar de este modelo, un equipo muy profesionalizado en el crowdlending, "porque es necesaria una base financiera muy sólida para acometer un proyecto de este tipo", cuenta Noya. Una experiencia que, sin duda, inspira confianza tanto a sus clientes como a los inversores.

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