
Se extiende y generaliza el aumento de empleo. Con los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) todavía en mente, el sector del empleo vuelve a reunirse para confirmar esta tendencia que ya venía observándose. A pesar de ello, no todo son buenas noticias: la existencia de tres millones de parados de difícil absorción por su escasa formación y el hundimiento del volumen de jóvenes menores de 34 años hará que España previsiblemente necesite atraer inmigrantes cualificados para nutrir su mercado laboral.
Así, ayer tuvo lugar la presentación del '46º Índice ManpowerGroup. La intensificación y la extensión del aumento del empleo', a la que acudieron la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hildago, y Josep Oliver, catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona y autor del estudio.
"La tendencia normal es que, tras una crisis, se comience a generar empleo a partir del tercer trimestre seguido de crecimiento. Esta vez, tras sólo dos meses seguidos de crecimiento, se están produciendo puestos de trabajo indefinidos". Con estas palabras inauguraba el acto Engracia Hidalgo, quien destacaba los esfuerzos por crear empleo de calidad. En este sentido, la EPA del cuarto trimestre de 2014 revelaba que, para el segmento de los asalariados, el empleo indefinido era el que más crecía.
"La contratación a tiempo parcial es la modalidad más útil de incorporación al mercado laboral", explicaba Hidalgo. Además, la secretaria de Estado apuntaba que el 54,6% del empleo creado en el cuarto trimestre de 2014 era indefinido y el resto, temporal. Al respecto de esto, el informe detecta un avance más acusado en asalariados temporales, con un 5,3% más de contratos, que en los indefinidos, que crecen sólo un 2%. Así, según el estudio, "el mayor aumento del empleo temporal sugiere que falta todavía un periodo de tiempo para considerar consolidada la recuperación".
Destrucción de empleo y burbuja
Otro de los problemas que plantea Oliver es el de la destrucción de empleo , "ya que sigue habiendo un 15,2% menos que antes de la crisis". Por su parte, Engracia Hildago cree que, para que los 4,5 millones de desempleados no se conviertan en parados estructurales, "es muy importante adecuar estas personas a los puestos que se demandan, a través de políticas activas".
Pero sin duda, la gran noticia que avanza el estudio es que se amplía la mejora del mercado de trabajo por sectores. De este modo, si durante el primer trimestre de 2014, un 35,9% del empleo se localizaba en sectores en crecimiento, durante el cuarto, esta cifra se elevó hasta el 89,7% (frente al 52,1% del mismo trimestre de 2013), también en la construcción. Si bien, este sector está llamado a alcanzar un peso sobre el PIB del 8% o el 9%, lejos del 14% de los años del 'boom'.
La razón es que ni las entidades financieras estarán dispuestas a financiar otra burbuja tras la crisis sufrida en los últimos años, ni la UE dejará que se vuelva a gestar dados los nuevos mecanismos de control establecidos para ello. El resultado es que una masa de parados que salieron expulsados del 'ladrillo' no podrá volver a esta actividad y conforman una bolsa de "paro estructural difícilmente absorbible".
A la espera de que la movilidad geográfica o el desarrollo del mercado del alquiler permita drenar mayor número de desempleados que en crisis pasadas, en la actualidad también está produciendo un progresivo descenso de la población joven. Oliver cree que la emigración de jóvenes españoles no es tan significativa como la de aquellos de origen extranjero, pero precisamente estos últimos no son tan susceptibles de retornar una vez se consolide la recuperación económica.
Faltará cualificación de grado medio
Tanto Oliver como Hildago afirmaron que será necesaria mano de obra extranjera para hacer frente a la falta de formación media de la mayoría de los parados. Un problema que, en opinión de ambos, podría desembocar en un enquistamiento de este.
"Es adecuar la formación a lo que demanda el mercado laboral", explicó Hildago, quien cree que es necesario apoyar esto sobre un sistema de evaluación y de lucha contra el fraude. Algo también necesario entre quienes trabajan, para adaptarse a los cambios tencnológicos y mejorar la competitividad empresarial.
En este punto, Oliver considera que "o se desarrollan políticas activas de empleo muy agresivas o España necesitará inmigrantes cualificados en unos cuatro o cinco años".
El paro bajará al 12%
Esos cuatro o cinco años son los que le quedan a España, según el informe, para retornar a niveles de empleo previos a la crisis, con una tasa de paro "aceptable" del 12%.
Por el camino, diferentes factores jugarán a favor, como el descenso de la población activa, o en contra, como la vuelta al desempleo de los parados que se borraron de las listas por el efecto desánimo. Entre tanto, España tendrá que digerir la retirada de los estímulos del BCE en el momento en que se produzcan.
Hasta que se despejen estas incógnitas, Oliver cree al menos que el mercado laboral se recupera de forma "más robusta" que durante la salida en falso de la recesión en 2010, pese a que el avance del PIB no alcanza aún el 3%. El inconveniente de este proceso es que la productividad por puesto de trabajo es, por tanto, menor que antes de la crisis.
Oliver hizo referencia también al "autoempleo ficticio", es decir, el que se creó cuando las empresas comenzaron a despedir personal. En este sentido, el estudio registra un aumento del 2,8% en el empleo asalariado, cifra que dobla a la recabada para empresarios individuales y autónomos.
En general, tanto la secretaria de estado de Empleo como el propio Índice ManpowerGroup, confirman la tendencia de la que se ha estado oyendo hablar. Así, y aunque siguen estando presentes la debilidad de la temporalidad y la lacra del empleo juvenil, se han materializado otros indicadores que auguran un mejor 2015. Una gran noticia para una sociedad que quiere empleo , no buenas intenciones.