Renovarse o morir. Eso han debido pensar en los cinco centros de formación para el empleo de la Comunidad de Madrid. Así, se han incluido 57 nuevas especialidades con el fin de ajustar su programación a las necesidades de los sectores productivos en los que están especializados estos centros y aumentar la salida laboral de los alumnos. Están surgiendo nuevos ámbitos con gran demanda de puestos de trabajo, como la atención socio-sanitaria, el montaje de equipos industriales, el turismo cultural, el comercio electrónico, las energías renovables y la eficiencia energética.
Otra buena noticia es que la media de inserción laboral de los cursos , a los seis meses de finalizarlos, supera el 70% en muchos casos, porcentaje que se quiere consolidar con la programación de especialidades como creación de aplicaciones para tabletas, domótica, gestión de redes de datos y energías renovables.
7.000 alumnos
La Comunidad de Madrid destinará este año 8,7 millones de euros a la programación de 420 cursos , que beneficiarán a cerca de 7.000 alumnos, un 22% más que el curso anterior. Y es un dinero muy bien invertido porque los números cantan y los parados que asisten a los cursos de formación prácticamente triplican las posibilidades de salir del desempleo con respecto a aquellos que no han participado.
En estos centros se dan cursos a desempleados a través de una formación personalizada y especializada con un alto contenido práctico. Además, esa formación se completa apoyando a los alumnos activamente en la búsqueda de empleo, ya que los centros están en contacto con miles de empresas relacionadas con los contenidos que imparten. Esta red formativa cuenta con 2.800 alumnos diarios en sus 59 aulas, y 35 talleres. Durante la última década, se han impartido 3.130 cursos y han pasado por ellos cerca de 45.000 alumnos.
Fraude en la patronal madrileña
