
La transformación digital es un proceso imparable que va más allá de los cambios de negocio y de la tecnología empleada: también tiene que ver con la cultura empresarial y las personas. "Uno de los principales retos de la transformación son las personas, la cultura de empresa y su estructura organizativa", advierte Diego Mosquera, director de marketing de Paradigma, empresa especializada en este proceso.
"Los nuevos objetivos y las nuevas responsabilidades que surgen en la transformación digital nos obligan a modificar el organigrama clásico empresarial y a incorporar nuevos roles profesionales", explica el experto. "De lo contrario, la digitalización sería, probablemente, un fracaso", sentencia.
La transformación digital no es sólo cambiar la tecnología por una más moderna, sino que se trata de un cambio profundo y transversal de la organización que abarca todos los aspectos de la misma, incluyendo factores informales que afectan a la cultura de la empresa y el día a día de las personas.
Paradigma recoge ocho signos informales que delatan que la empresa no se está transformando digitalmente.
1. La corbata
La eliminación de la corbata y la no obligación de ir a trabajar en traje son algunos hitos que muestran que la empresa está avanzando, aunque no sea suficiente por sí mismo. Rompe con el pensamiento clásico de que la vestimenta genera una percepción en el cliente.
2. Tarjetas de visita
Con la aparición de LinkedIn y otras redes sociales, las tarjetas de visita han perdido parte de su utilidad, además de estar amenazadas también por el auge de la sostenibilidad, que aboga por reducir el consumo de papel.
3. Planta noble
Herencia de las grandes compañías clásicas, el problema de la planta noble donde habitan los superjefes no es tanto su existencia, sino lo que representa: distinciones, diferencias, que una persona está por encima de otra... "Implica falta de cercanía, dificultad de acceso y de comunicación", apunta Mosquera. Una organización que quiera digitalizarse tiene que apostar por la comunicación cercana y fluida para tener éxito.
4. Los horarios
La rigidez de horarios, las jornadas laborales eternas y el presentismo demuestran falta de libertad y de confianza en el equipo de trabajo, algo que atenta directamente contra la transformación digital.
5. Papeleo
¿Cuánto tiempo pasa desde que un trabajador pide un cambio de código hasta que se ejecuta? El nuevo ecosistema de negocios digitales exige agilidad en la toma de decisiones, en la forma en la que se comunican los distintos trabajadores y en la forma en la que se relaciona co los clientes.
6. Tamaño
Un despacho más grande por ascender, una mesa más grande para reflejar una mayor autoridad... la territorialidad no tiene cabida en las empresas que quieran digitalizarse. La tendencia es que todos los trabajadores dispongan de los mismos elementos para hacer su trabajo.
7. Adiós al papel
Si una empresa quiere digitalizarse no tiene sentido seguir imprimiendo y archivando emails, noticias, revistas... cuando se puede gestionar digitalmente.
8. Tecnología
Hablando de transformación digital no se puede obviar la parte tecnológica. Y el signo tecnológico que delata esa inexistencia del cambio digital es el host. "Si una empresa habla y presume del host o su mainframe entonces está claro que se encuentra muy lejos de iniciar su camino hacia la transformación digital", sentencian desde Paradigma.