Empleo

Cómo sobrevivir a un compañero de trabajo pasivo-agresivo

Imagen de Dreamstime

¿Tiene un compañero de trabajo que se olvida constantemente de hacer lo que le pide? ¿Que obstruye las tareas constantemente? ¿Pesimista? ¿Resentido? ¿Manipulador? Seguramente se deba a que le ha tocado lidiar con una persona pasivo-agresiva, un problema común en las oficinas.

Estos compañeros, cuyo trastorno también se conoce como 'de la personalidad negativista', destacan por quejarse, no informar correctamente o por procrastinar, asegura Maria Gamb, fundadora de NMS Communications, empresa de coaching y entrenamiento, en declaraciones a The Washington Post. "Una excusa clásica es el 'pensaba que estabas en ese email'", explica. El objetivo de estas personas, que muchas veces ni siquiera son conscientes de su trastorno, es enfadar a sus compañeros.

Otro comportamiento que puede sacar de sus casillas a cualquier compañero es que no hacen algo que deben y culpan a otro. "Una de las formas más insidiosas de comportamiento pasivo-agresivo es el rumor", explica Melody Wilding, experta en coaching y emprendimiento.

Peor en la oficina

El entorno laboral es un acicate para este tipo de comportamientos, ya que es un lugar en el que estas personas no pueden expresar sus sentimientos de manera tan directa como en su vida social, por lo que se ven obligados a ejercer su influencia de otra forma.

"Si los jefes son demasiado duros en los castigos, o si los trabajadores se sienten ridiculizados cuando algo va mal, las personas pueden ser más propensas a sufrir trastornos pasivo-agresivos". También se puede complicar la situación cuando estas personas asumen una nueva función o inician un nuevo proyecto.

Pero igual que una mala gerencia puede agravar la situación, una buena puede mejorarla. "Un director con experiencia reconocerá el comportamiento pasivo-agresivo cuando lo vea", asegura Gamb. Para abordar este problema, se pueden seguir varias estrategias.

1. No tomárselo de manera personal

El comportamiento de estos trabajadores es un patrón sistémico, no está enfocado contra nadie. "Culparse a uno mismo no mejora la situación".

2. Ayudar

"Debe tratar de crear un entorno de seguridad emocional para esa persona", apunta Wilding. Hay que medir el tono de las reuniones y de las conversaciones, y crear un entorno en el que se pueda hablar libremente y expresar opiniones con confianza.

3. Establecer límites

Hay que aprender a establecer límites. "Si sigues haciendo las cosas como siempre, seguirá ocurriendo lo mismo, por lo que hay que asumir responsabilidades y tratar de encontrar la manera de cambiar su comportamiento", aconseja Wilding. "Por ejemplo, si llega tarde a las reuniones de manera sistemática hay que decirles que se empezará sin ellos la próxima vez".

4. Evitar discusiones

"No entre en un toma y daca con la persona, que muchas veces solo busca un motivo para reaccionar", apunta Gamb.

5. Elevar el problema

Hay casos que necesitan ser transferidos al departamento de RRHH o a la directiva. "Si alguien está intentando sabotear a otro colega constantemente hay que abordarlo, porque eso ya es intimidación", alega Gamb. "En las empresas no debe haber sitio para los matones".

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