
La mitad de los trabajadores que abandonan una empresa lo hacen por culpa de un mal jefe, según un estudio elaborado por Gallup. Una prueba de que dirigir un equipo no es fácil, y no todo el mundo está capacitado para asumir esa responsabilidad.
El buen líder se define tanto por lo que hace como por lo que no hace. A partir de ahí, desde TopResume, en un artículo recogido por CNBC, señalan cuáles son los seis principales habilidades que impiden a un gestor ser realmente eficaz.
1. Perderse en los detalles
Para un jefe siempre es tentador perderse en la gestión de los pequeños detalles, sobre todo si están relacionados con su campo profesional y sus intereses. Pero si se enreda en esas tareas que debería delegar a otras personas descuidará sus principales obligaciones, como puede ser el establecimiento de una estrategia o el desarrollo de los integrantes del equipo. "Un buen jefe debe saber cuándo dar un paso atrás y confiar en las habilidades de su equipo", apunta Amanda Augustine, de TopResume.
2. Decir 'sí' a todo
Los directivos no deben aceptar todas las ideas presentadas por su equipo. "Un gran líder no solo debe saber qué proyectos dirigir, sino que además debe decidir qué proyectos no deben seguir", asegura la experta. "Antes de aceptar otra iniciativa, hay que estudiar que sea factible, y que además sea positivo para lograr los objetivos de la empresa", advierte. "Tu equipo agradecerá que sepas decir que no a veces".
3. Ser un quejica
Los jefes también tienen sus propios jefes (los directivos, los propietarios, el presidente, etc.). Y aunque muchas veces no esté de acuerdo con las decisiones que puedan tomar, su labor es apoyar esa decisión y asegurarse de que se lleva a cabo. "No le ayuda quejarse de sus superiores ante su equipo, socavando su trabajo", dice la experta. "Debe mostrar que el equipo directivo está unido y que actúa como un frente común, especialmente cuando no están presentes para defenderse", advierte.
4. Demasiado perfeccionista
"Nadie hace a la primera algo perfecto, o al menos es muy raro", advierte Augustine. Pero no hay que obsesionarse con la perfección: "A veces, 'bueno' es lo suficientemente bueno", asegura la experta, que destaca que lo importante es ofrecer a sus trabajadores oportunidades para aprender y crecer. "Hay que dejar a los empleados que vayan mejorando la forma en la que hacen las tareas".
5. Poco agradecido
"Si los empleados han trabajado duro en un proyecto el líder debe asegurarse de que los jefes son conscientes, y darles el crédito debido".
6. Retroalimentación solo negativa
"A ningún jefe le gusta mantener conversaciones difíciles con los empleados, ya sea por un comportamiento inapropiado, por el incumplimiento de plazos... pero es imprescindible que el equipo sea consciente de esos problemas cuando se producen". La solución de un buen líder es que, además de señalar los malos comportamientos, también sepa destacar cuando se hace algo bien. Por último, concluye la experta, "se debe elegir un lugar adecuado para informar de los malos comportamientos, donde pueda mantenerse una conversación en privado".