
Tener una comunicación fluida con el jefe siempre es positivo. Es síntoma de confianza, y un objetivo que se marcan todos los trabajadores. Con excepciones, como por ejemplo que se trate de un jefe cotilla, que se dedica a compartir chismes y rumores de otros compañeros o departamentos.
"¿Si mi jefe me cuenta esto de otras personas, qué estará contando por ahí de mi?", es el pensamiento que muchos trabajadores temen en estos casos, como apunta la experta Anni McKee, fundadora del Teleos Leadership Institut, en un un artículo en el Harvard Business Review.
¿Qué hay que hacer en esos casos? ¿Cómo debe comportarse el trabajador? ¿Cómo hay que tratar con un superior para evitar esos comentarios sin que la relación profesional se vea afectada? No es sencillo, pero desde el Harvard Business Review señalan algunos de los pasos que una persona puede dar para lidiar con esta situación.
1. Cambiar de tema
Si en una reunión el jefe se dedica a compartir con el equipo rumores sobre otras personas, una de las mejores estrategias que puede seguir un trabajador es cambiar de tema. Elemental, pero efectivo. Y lo último que debe hacer un trabajador es sumarse y contribuir a los rumores y chismes. "Al imitar el mal comportamiento de tu jefe, te conviertes en parte del problema", apunta McKee.
2. Precaución
La información es poder, y el jefe puede tener la sensación de que compartiendo determinada información con un empleado, aunque sea un chisme, le está premiando, apunta la experta. Así, ¿cómo se puede frenar al superior? No hay una respuesta correcta a esta pregunta, señala McKee, que ante todo recomienda ser precavido. Y después, según el grado de confianza que se tenga con el jefe, se puede rechazar participar en esa conversación, redirigir la conversación hacia el grupo en lugar de personalizar, o incluso ponerse a uno mismo como ejemplo y tratar de desviar la atención del protagonista del cotilleo. Y nunca entrar en los ataques contra esa persona. "Habla de tal manera que si alguien grabase la conversación y después la transmitiese en público no te sintieras avergonzado", aconseja la profesora Nancy Rothbard, de la Universidad de Pensilvania.
3. Hablar con el jefe
Enfrentarse directamente a un superior no es fácil, y hay que tener mucho tacto. Pero en determinadas ocasiones hay que recurrir a esta estrategia, y directamente decirle al jefe que no se siente cómodo en esas conversaciones.
4. Perspectiva
Por mucho que estén por encima en la escala jerárquica, los jefes no dejan de ser personas, con sus defectos y sus errores. "Su jefe también tiene derecho a tener un mal día", apunta McKee. Por eso, antes de enfrentarse a su jefe hay que comprobar si el resto de trabajadores tienen también la sensación de que es un cotilla, y asegurarse de que no se está magnificando la realidad.