
Con tanto fraude y el ambiente corrupto con el que se despierta cada mañana España... ¿vivimos una desilusión general? ¿se puede ser positivo? Parece que estamos empezando a despertar a una etapa de acción. En palabras de Luis Galindo, escritor y coach experto, "hemos pasado de una especie de depresión colectiva y casi resignación a actuar como sociedad y como individuos y a tomar la acción como el camino a seguir".
Así que sí que se puede y se debe ser positivo. De hecho, una persona optimista es la que siempre tiene un proyecto, y la ilusión y el compromiso por dicho proyecto es uno de los motores para llevarlo a cabo. Sobre esta actitud vital trata Reilusionarse, el último libro de Luis Galindo, que reflexiona sobre la motivación positiva en todas las facetas de nuestra vida.
¿Ilusionarse con semejante desempleo?
¿Pero puede un parado que lleva más de un año buscando empleo sin encontrarlo reilusionarse? A pesar de que la situación del empleo en España vive unos años complicados nunca debemos caer en la resignación. De hecho hoy es más importante que nunca ir a buscar trabajo con ilusión y compromiso; ahora más que nunca la actitud puede marcar la diferencia con el resto de candidatos.
Por desgracia hay mucha gente que ya no sale a buscar un empleo. Están hartos de encontrar ofertas mal pagadas o de no encontrar nada. A veces puede la desmotivación. Sin embargo lo que Galindo propone es recuperar la ilusión por el día a día: "dejar de funcionar en modo automático y pasa a funcionar en modo disfrute", conscientes y comprometidos con el futuro que nos estamos creando.
Disfrutar de nuestra vida laboral
¿De dónde saco la ilusión si lo que me recomiendan es emigrar a otro país? Es una reflexión que se hacen muchos jóvenes al terminar sus estudios y salir al mercado laboral. Decía Honore Balzac que "la resignación es un suicidio cotidiano". Así como morirse un poquito todos los días, o peor aún, matarse a uno mismo semana a semana. Pues esa medicina para salvarnos se encontraría en el cuidado por hacer bien las pequeñas cosas.
"En el mundo occidental, cada vez damos más importancia a la satisfacción por la vida. Si restamos las horas dedicadas al sueño, el trabajo ocupa un espacio importantísimo en nuestras vidas. Aunque sólo sea por salud mental, deberíamos intentar disfrutar lo máximo posible de nuestra vida laboral", afirma Galindo. Y es que este experto en motivación asegura que las personas que viven su tarea diaria como una manera de participar en algo importante, ayudan a hacer una sociedad mejor, "ven la trascendencia que hay detrás de su trabajo, independientemente de la aparente relevancia del puesto que desempeñan."
Ya, pero ¿cómo transmitir ilusión a quien sí tiene trabajo, con horarios interminables, mal pagado que no termina de ver la motivación? Pues preparándonos para el futuro. El mercado laboral tiene que mejorar poco a poco y mientras hay que seguir preparándose para el mañana. "Sacar la mejor versión de nosotros mismos es esencial para optar a otro trabajo mejor valorado, y entretanto, esforzarse cada día para vivir satisfechos con nosotros mismos", afirma Galindo. Porque ilusionarse desde el punto de vista profesional repercute directamente en nuestro bienestar personal, y viceversa.
La calidad de vida depende de nuestro fluir
¿Alguna vez ha escuchado hablar del concepto de fluir? ¿Se ha implicado alguna vez tan profundamente en algo que ninguna otra cosa le importase en ese momento, hasta llegar a perder la conciencia del tiempo? Si es así, recuerde qué estaba haciendo, cómo se sentía... ¡eso es fluir!
Tras años de investigación, M. Csikszentmihalyi descubrió que el estar en estado de fluidez hace la vida más plena que la suma de momentos de placer. Y se observó que las personas alcanzaban más estados de fluidez cuando estaban trabajando o dedicadas a labores de ocio activo. Galindo recuerda en su libro una frase de Ramón y Cajal que describe perfectamente la esencia de este fluir: "se es verdaderamente anciano, psicológica y físicamente, cuando se pierde la curiosidad intelectual, y cuando con la torpeza de las piernas, coincide la torpeza y premiosidad de las palabras y del pensamiento".
En el ámbito de la empresa... ¿qué sería reilusionarse?
Reilusionarse sería "irse satisfecho cada día a casa por haber dado la mejor versión de nosotros mismos; es poner pasión en todo lo que hagamos". Para Luis Galindo un ejemplo muy claro sería el del emprendedor que vive su trabajo como una forma de crecimiento, de desarrollo personal, de cumplir sueños, pero no es el único.
Existen millones de trabajadores y ciudadanos esforzados que ya practicaban este optimismo inteligente: vivir observando objetivamente la realidad, no parando un minuto en quejarse de lo que va mal si no trabajando por superarlo en la medida de nuestras posibilidades y valorar, agradecer y disfrutar lo que va bien.