Empleo

La tasa de actividad de los mayores de 65 es del 3,7% en España, casi la mitad de la media europea

  • La principal causa reside en la generosidad de las pensiones, que llega al 80% del salario

El proceso de envejecimiento de la población española es uno de los principales retos que afronta nuestro país (y la mayoría del continente). La llegada de la generación del baby boom a la edad de retiro ya se empieza a notar en las nóminas de pensiones, que crecen a medida que entran los jubilados que han cotizado con salarios más elevados. La mayor tensión sobre el sistema se espera para el año 2050, y por esta misma razón los últimos cambios en materia de pensiones se han enfocado en atrasar la edad de jubilación. Su impacto, sin embargo, todavía tardará en verse y según los últimos datos de Eurostat recopilados por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) en el informe Formación, transición digital y calidad de vida de los mayores en España, la tasa de actividad en de los mayores de 65 es del 3,7% en España. Una tarea en la que vamos con retraso en comparación con la media europea, que llegó al 6,6% en el año 2023.

De hecho, el estudio publicado este miércoles alerta también de la elevada cifra de mayores que ni estudia ni trabaja en España. El peso de los ninis se eleva hasta el 38,1% entre las personas de 55 a 64 años, edades previas a la habitual de jubilación, y al 90,4% en el caso de los mayores entre 65 y 74 años. La causa se encuentra, según los autores del estudio, en la generosidad de las pensiones en nuestro país. "Con una pensión mediana próxima al 80% del salario mediano de los mayores en España frente a menos del 60% para la media UE, y el todavía escaso recurso al empleo parcial, 11,6% del empleo de los mayores en España frente al 23,9% medio de la UE, frenan la tasa de actividad de los mayores" resume el documento.

Cambios en la flexible

Los últimos pasos del Ministerio de Seguridad Social, han estado marcados por la puesta en marcha de incentivos para retrasar la edad de retiro entre los trabajadores. El pasado 1 de abril entraron en vigor los cambios en la jubilación activa, demorada y parcial aprobados en el Real Decreto-ley 11/2024 de 23 de diciembre. La modificación de estos tres tipos de retiro formaban parte del proceso de reformas iniciado en 2021. El ministerio, sin embargo, se ha dejado una última modalidad en el tintero. La modificación de la jubilación flexible.

Es decir, los próximos pasos del Departamento de Saiz giraran entorno a la aprobación de un nuevo Real Decreto que regule la vuelta de los jubilados al mercado laboral. Una medida que entra dentro de los compromisos adquiridos por el Ejecutivo con los agentes sociales y que ya está encima de la mesa de negociación. Según el calendario establecido por el Ministerio junto a los interlocutores sociales, Saiz tiene dos meses y medio, hasta el mes de junio, para pactar e introducir cambios en la regulación. Los primeros efectos de la demora ya se pueden observar en las cifras. Y es que, según la nómina de pensiones del mes de marzo en los dos primeros meses del año, las jubilaciones demoradas representan ya el 11,3% de las nuevas altas, más del doble que en 2019.

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