Con un paro juvenil que no baja del 20% ni en las mejores épocas de empleo, alquileres al alza y tardanza a la hora de independizarse, es normal que España vaya poco a viendo caer su tasa de natalidad, que actualmente está en apenas 1,23 hijos por mujer, una de las más escasas del mundo.
¿Qué son las Familias DINK?
Esto es, grosso modo el caldo de cultivo perfecto para el surgimiento de las denominadas familias DINKS: parejas que eligen no tener hijos para poder disfrutar de cierto margen económico que les sería imposible con los gastos de un vástago.
El término "DINK" (del inglés Dual Income, No Kids: Doble de ingresos, sin hijos) se ha vuelto cada vez más relevante. Se refiere a hogares donde ambos miembros de la pareja generan ingresos y no tienen hijos. Este fenómeno está ganando terreno debido a cambios culturales pero también sociales en las prioridades y estilos de vida de las parejas jóvenes.
Estas familias, por definición, suelen tener más ingresos disponibles, ya que no incurren en los gastos adicionales asociados con tener hijos. Además, suelen gastar menos por persona en vivienda que los solteros, ya que comparten gastos.
Otro rasgo es que la ausencia de hijos permite que estas parejas puedan centrarse más en sus carreras profesionales y en actividades de ocio, lo que a menudo resulta en un estilo de vida más acomodado y flexible.
El impacto económico y social de esta tendencia
La falta de dependientes permite que más ingresos se destinen a ahorros o se gasten en otros intereses. Esto ha hecho que poco a poco en Estados Unidos estén siendo a menudo el blanco de esfuerzos de marketing para productos de inversión y artículos de lujo, como coches caros y vacaciones lujosas, debido a que suelen tener ingresos disponibles más altos.
10.000 familias DINK más cada año en España
En España, el INE marca que este tipo de unidades familiares ha crecido en 50.000 en los últimos 5 años, reflejando la baja tasa de natalidad y los cambios en las preferencias de vida y familiares.
Como decimos, este fenómeno puede estar vinculado a una variedad de factores, incluida la elección de priorizar la carrera profesional, el deseo de libertad y flexibilidad, y la decisión consciente de no tener hijos, y también a visicitudes económicas, como la falta de disponibilidad para tener un hijo o empezar esa fase muy tarde y dejándolo en un segundo plano debido a la inestabilidad.