Todos hemos experimentado aburrimiento en algún momento durante la jornada laboral, algo que puede ir más a en estas semanas de regreso a la rutina.
El trabajo no está diseñado para ser mentalmente estimulante en todo momento. Puede que nos sintamos aburridos rutinariamente en ciertos momentos del día o con nuestra carrera en general, el aburrimiento es una experiencia común en el espacio de trabajo. Es una experiencia común en la vida, entonces, ¿por qué no debería serlo también en el trabajo?
Sin embargo, el aburrimiento no es del todo malo en el trabajo.
Aburrimiento laboral
El aburrimiento no se trata de no tener nada que hacer. Podrías tener muchas tareas y actividades y aún así sentirte aburrido. Se trata de una sensación que nace según lo comprometidos que nos sentimos con lo que estamos haciendo.
Esa es la gran idea errónea sobre el aburrimiento: que tiene que ver con la actividad, y no con la actitud.
El aburrimiento nos obliga a estar con nuestros pensamientos, algo que muchas personas detestan hacer. De hecho, un estudio descubrió que los participantes preferirían autoinfligirse descargas eléctricas antes que estar solos con sus pensamientos. "La mayoría de las personas parece preferir hacer algo en lugar de nada", concluye el estudio, "incluso si ese algo es negativo".
Sin embargo, el aburrimiento puede conducir a la creatividad e innovación. Es beneficioso sentirse aburrido en el trabajo. El ocio permite que nuestros cerebros descansen y exploren, liberándose para generar nuevas ideas e inspiraciones. Nos reconectamos con lo que es importante para nosotros y nos recuerda nuestros valores. El aburrimiento puede ser una "emoción funcional" que nos guía hacia comportamientos útiles, lo que lleva a mejores resultados para nosotros o nuestro trabajo.
Diferentes tipos de aburrimiento en el trabajo
Determinar qué es exactamente lo que nos aburre es una gran forma de conocernos. ¿Estamos experimentando una falta de motivación? Para muchas personas que trabajan desde casa, el aburrimiento aparece rápidamente (a pesar de tener mucho que hacer) porque falta la interacción social. Ese es otro punto determinante.
Algunas personas prosperan y obtienen energía al tener gente a su alrededor. Esta falta de estímulo social a menudo se manifiesta como aburrimiento.
O tal vez se trata del trabajo en sí que estás haciendo. Después de estar en un trabajo durante un par de años, los estímulos decaen. Faltan nuevos retos y experiencias. Es posible que anheles novedades: nuevas personas, nuevos problemas, nuevos sistemas y procesos.
Otra experiencia común es la necesidad de un descanso de calidad. El aburrimiento surge como un subproducto del agotamiento o el exceso de trabajo. Incluso podría parecer y sentirse como apatía. Tal vez tu atención ya no esté cautivada en el trabajo porque estás demasiado cansado para preocuparte por él.
¿Hay que ponerle solución?
Una vez que comprendas tu aburrimiento, puedes hacer algo al respecto. Si reconoces que estás aburrido debido a la falta de personas a tu alrededor, puedes buscar actividades que aumenten tu interacción social. Tal vez tengas una conversación directa con tu jefe sobre tener tareas más desafiantes o finalmente te inscribas en una formación que te motive. También podría ser que necesites más que un fin de semana largo de descanso.
La clave aquí es ser intencional al manejar tu aburrimiento. También puedes no hacer nada y simplemente aceptarlo, sentarte con tu aburrimiento, dejar vagar tu mente y desafiarte a ti mismo a no llenarla con "ruido", como navegar por internet o desplazarte por las redes sociales. Simplemente estar con tu aburrimiento y observar a dónde te lleva. Algo que la vida moderna nos hace evitar constantemente.
