
Se hace mucho hincapié en la importancia de saber decir "no". Que si eso nos ayuda a priorizar y tomar buenas decisiones, que si es más importante aquello a lo que decimos que no que a lo que decimos que sí… Todo grandes frases hechas que suenan muy bien, pero todos sabemos que muchas veces no es sencillo, y más en el mundo laboral.
Averiguar cómo decir "no" en el trabajo es un reto en sí mismo. ¿Cuándo decir no perjudica a nuestra carrera y cuándo es algo adecuado para nuestra salud mental y nuestra productividad? No existen recetas mágicas, pero hacernos algunas preguntas puede ayudarnos.
Es difícil negarse a ayudar. Puede que te sientas presionado por tu jefe o que te preocupe que no aceptar trabajo extra te perjudique. Son razones válidas, pero decir "no" a tareas opcionales también puede ayudar a tu productividad, ya que te libera para hacer el trabajo que realmente se supone que debes hacer.
Una investigación publicada en el Journal of Graduate Medical Education recomiendan hacer una lista de tareas para ser más productivo, pero también negarse cuando alguien pregunta si puede añadir algo a esa lista.
Los investigadores identificaron los peligros de decir "sí" con demasiada frecuencia, entre ellos comprometerse en exceso y, como consecuencia, hacer mal el trabajo necesario.
8 preguntas para decir "no"
Cuando alguien intenta que te encargues de un nuevo trabajo, en lugar de centrarte en el impacto que podría tener para él si no le ayudas, tienes que ser un poco egoísta, lo cual no te convierte en un mal empleado. Al darte la oportunidad de centrarte por completo en tus propias tareas, en realidad estás siendo un mejor trabajador.
Los investigadores recomiendan hacerse estas preguntas:
-¿Encaja la petición con tus objetivos profesionales?
-¿Aprovecha el trabajo tus habilidades?
-¿Cuál es el beneficio a largo plazo de este trabajo? ¿Podría conducir a otro trabajo más relacionado con tus objetivos?
-¿Cuál es el calendario de este trabajo? ¿Debe realizarse en una semana, un mes, o puede hacerse a más largo plazo, cuando dispongas de más tiempo?
-¿Puedes participar en parte del trabajo pero no en todo?
-¿Puedes renunciar a otra responsabilidad para asumir la nueva petición?
-¿El solicitante es tu superior o puede influir en tu carrera?
-¿Decir "no" pondría en peligro otras partes de tu trabajo o tus objetivos profesionales?
Estas preguntas puedes evaluarlas en momentos en los que debas tomar grandes decisiones sobre decir que sí o que no, pero con el tiempo serás capaz de rechazar o aceptar un nuevo trabajo en el acto sin tener que pasar por todas ellas, lo que también es clave para la productividad y la gestión del tiempo.