
Elon Musk ha recortado la plantilla de Twitter desde su llegada de forma drástica y sin muchos miramientos, pero, para muchos, en su último despido podría haber cruzado demasiadas líneas.
Musk, que compró Twitter por 44.000 millones de dólares, empezó a dirigir la empresa como consejero delegado en octubre de 2022. Desde entonces, ha reducido drásticamente la plantilla de la compañía. En enero, Twitter había pasado de 7.500 empleados a menos de 1.300. Y ha habido más recortes desde entonces. Y ha habido más recortes desde entonces.
Ahora, Haraldur Thorleifsson, empleado de Twitter islandés, escribió en la red social que perdió el acceso a su portátil de trabajo hace más de una semana, pero que nunca recibió notificación alguna de la compañía de que había perdido su empleo.
Thorleifsson dijo que envió numerosos correos electrónicos a la oficina de recursos humanos de Twitter, pero no obtuvo respuesta. Así que Thorleifsson recurrió a publicar su enigma en la propia red citando a Elon Musk para ver si el propio dueño podía aclarar su situación laboral.
Musk respondió a Thorleifsson y le preguntó de forma pública en qué estaba trabajando, evitando cualquier confidencialidad para intentar dejar expuesto públicamente al empleado despedido. Tras burlarse del trabajo de Thorleifsson y responderle con un clip de la película Office Space, que trata en parte sobre los malos gestores de una empresa de software, Musk afirmó que Thorleifsson "no hacía ningún trabajo real" e insistió en que estaba utilizando su discapacidad física como excusa, dado que Thorleifsson va en silla de ruedas.
El empleado despedido sufría una enfermedad
- Level up from what design to what? Pics or it didn't happen.
— Elon Musk (@elonmusk) March 7, 2023
- We haven't hired design roles in 4 months
- What changes did you make to help with the youths?
"La realidad es que este tipo (que es rico de forma independiente) no hizo ningún trabajo real, alegó como excusa que tenía una discapacidad que le impedía escribir, pero al mismo tiempo tuiteaba como un loco", escribió Musk en Twitter.
Thorleifsson, que fundó la firma de diseño Ueno y la vendió a Twitter en 2021, dijo en la red que padece distrofia muscular, lo que le dificulta teclear durante largos periodos de tiempo. "Estoy escribiendo esto en mi teléfono", escribió. "Es más fácil porque solo tengo que usar un dedo".
El intercambio de tuits se ha visto en redes como uno de los momentos más crueles desde la llegada de Musk, que se ha definido no solo por el recorte de personal, sino también por los esfuerzos desesperados por conseguir liquidez como la subasta de muebles de las oficinas.
Musk nunca ha tenido miedo de burlarse de la gente en Twitter. La más polémica fue la ocasión en la que llamó pedófilo a uno de los hombres que rescató a unos niños de una cueva tailandesa en el conocido rescate de 2018. Pero su desprecio por sus propios empleados ha ido muchos pasos más allá para muchos.