Cualquier persona deberá pasar por varias entrevistas de trabajo a lo largo de su vida. Y habrá momentos en los que algunos no recibirán ofertas de empleo, a pesar de realizar diversas entrevistas. En esta situación, quizás se pueda pensar que se hizo algo mal, que los nervios jugaron una mala pasada o que no se mostraron las capacidades para desempeñar ese empleo correctamente.
Natalie Fisher es instructora laboral y directora ejecutiva de Natalie Fisher Coaching. Basándose en su experiencia asesorando a clientes, ha identificado 4 errores comunes por los que una persona no suele superar la etapa de entrevistas, y no recibe ofertas de trabajo posteriores:
-Aparentar desesperación.
-Mostrar dudas acerca de uno mismo.
-No ofrecer suficientes detalles.
-Intentar esconder las propias debilidades.
Fisher compara esta situación con una cita: puede pensarse que uno es el partido perfecto, o por el contrario puede mostrar dudas y desesperación. Sea cual sea el problema que impide ir un paso más allá, la instructora laboral asegura que siempre tendrá arreglo.
Aunque admite que es algo más fácil de decir que de hacer, Fisher comenta que existe una serie de ejercicios que pueden ayudar a la persona a prepararse para la entrevista, aumentando la confianza y deshaciéndose de las dudas.
Qué decir y qué no decir
Fisher ofrecía un ejemplo claro a CNBC Make It sobre qué decir y qué no decir en una entrevista laboral:
-No decir: "Me despidieron, y este puesto cumple con mis expectativas".
-Decir: "Haber sido despedido me dio tiempo para reflexionar y encontrar oportunidades como esta, donde realmente puedo provocar un cambio creando un equipo de ventas. Esto es exactamente lo que he hecho en los últimos años".
Fisher afirma que la confianza y la serenidad son claves, y que para ello hay que estar preparado: leer bien la descripción del puesto, conectar las habilidades y experiencias con aquello que se busca en la oferta, y convertirlo en puntos centrales. Finalmente, se deben pulir estos para la conversación.
Motivarse a uno mismo
Fisher dice que. según aprendió ella misma de la instructora laboral y autora Peggy Klaus, es recomendable darse ánimos antes del encuentro con el entrevistador. La persona debe de tener claro que se trata de una gran oportunidad que podría abrir nuevas posibilidades en la vida, así como que se posee la capacidad de impresionar al empleador.
Fisher dice que le sorprendieron los resultados en los clientes de Klaus, cuando esta les ayudaba a acrecentar su confianza antes de las entrevistas. Y si bien esto no es ninguna panacea, sí que es efectivo para librarse de los temores y dudas que puedan surgir durante el encuentro. Por tanto, recomienda hacerlo antes de cada entrevista laboral.
Sin embargo, otro consejo para librarse de la presión y de los temores es bastante diferente: se trata de "no darle demasiada importancia", aunque se podría traducir como "no dejar que los miedos invaliden la confianza". Fisher dice que una persona nunca debe aferrarse a la idea de que un trabajo será "el elegido" antes de la entrevista, pues si realmente lo es, entonces dicho encuentro saldrá bien. Finalmente, si sale mal aconseja hacer una actividad divertida después, y asimilar la idea de que, de nuevo, se parece a las citas. "Hay más peces en el mar", afirma la instructora laboral.
Estar preparado para todo tipo de preguntas
Fisher resalta que tan importante es responder adecuadamente a las cuestiones más típicas como a las inesperadas. Por ejemplo, como alternativa a preguntar al solicitantes por las fortalezas y debilidades, el entrevistador puede plantear: "Coméntame cuál ha sido tu momento laboral más complicado hasta ahora".
Para responder a algo así, la directora global de Gente en Canva, Jennie Rogerson, comentaba a CNBC Make It que lo mejor es centrarse en comentar el aprendizaje que trajeron los momentos de dificultades. Este tipo de situaciones le suceden a todo el mundo, y los empleadores valoran muy positivamente la capacidad de aguante de sus trabajadores. Así, el tercer consejo de Fisher es comentar cómo se actuó ante las complicaciones, cómo se superaron y cómo se siguió adelante.
Existe también la posibilidad de que se plantee una cuestión que no tenga respuesta correcta o incorrecta, como por ejemplo: "Háblame de un momento en el que defendieses una mayor flexibilidad en la oficina". Con ello, el entrevistador quiere saber si la persona está dispuesta a luchar por lo que cree, o si es capaz de resolver problemas (y no solo estrictamente laborales).
Trucos para el encuentro
Finalmente, se aportan los consejos de Jordan Gibbs, reclutadora en empresas tecnológicas que fue despedida el pasado noviembre, y documentó su búsqueda de empleo: 69 días, 173 solicitudes de trabajo, 42 entrevistas y 2 rechazos. Finalmente, la misma encontró una nueva oportunidad.
Estas son sus principales recomendaciones:
-Nunca dar nada por hecho: Incluso si se está en las últimas fases del proceso de selección, y todo apunta a que se obtendrá el puesto, nunca se sabe cuando un imprevisto puede hacer que se vaya al traste. Entonces, hasta que se tenga la oferta, Gibbs pide seguir buscando alternativas.
-Prepararse a conciencia: También para las personas que confíen en sus habilidades de interpretación, la misma aconseja tener seleccionados los puntos centrales antes mencionados.
-Ser honesto: Dice que nunca se debe fingir ser alguien distinto a quien se es realmente, pues de lo contrario no va a salir bien, incluso aunque se obtenga el trabajo. Gibbs asegura que el entrevistador se va a percatar de las mentiras, como si de nervios o desesperación se tratase.