Madrid
Varias expertas laborales aseguran que, a la hora de preparar un Currículum Vítae, la sección en la que se agregan las distintas experiencias hasta el momento es la más importante. Para la periodista laboral Gili Malinsky, esto se debe a que la función del CV es ayudar a la persona a conseguir un empleo, y es en esta parte del mismo donde se puede demostrar a potenciales empleadores que se poseen las cualidades necesarias para sobresalir en el puesto que ofertan.
Por tanto, los mismos aconsejan resaltar esquemáticamente la labor que se desarrolló en cada rol previo, así como añadir las cifras que ayuden a mostrar esos logros de forma clara y concreta.
Pero priorizar esta parte del CV no implica descuidar las demás, por lo que añadir también las habilidades personales y la educación con la que se cuenta ayudan a determinar lo que un candidato puede ofrecer. Con respecto a las primeras, Malinsky pide tener en cuenta una serie de consideraciones, apoyándose en expertas laborales:
Mejor junto a la sección de educación
La sección con las cualidades puede situarse de dos maneras: o bien en el comienzo del Currículum, bajo el resumen introductorio (que es opcional), o al fondo del mismo, tras la sección que incluye la educación personal.
Vicki Salemi, experta laboral en Monster, dice que aunque ambas opciones sean correctas, "lo más común es agregar las habilidades al lado de la educación, en la parte de abajo del CV".
El número adecuado es 6
Además, no es recomendable añadir un número elevado de cualidades. "Debes escoger 6 con las que realmente destacas", asegura la estratega laboral jefe en The Bauke Group, Julie Bauke. La misma pide, tras considerar adecuadamente las habilidades propias, escoger con cuáles se está seguro de que se puede destacar como candidato, según la descripción de los requisitos para el puesto.
En el caso de Salemi, la misma dice que personalmente reduciría el número todavía más: "Yo no escogería más de 3 o 4 cualidades que se que serían codiciadas por el empleador".
Cómo desarrollar la sección
Una vez aclaradas estas cuestiones, llega el momento de rellenar dicha sección con las habilidades. Es recomendable evitar palabras y frases genéricas del tipo "ventas", "relaciones con el cliente" o "estrategias de marketing". Bauke asegura que una lista con este tipo de expresiones puede parecer una especie de "vómito verbal". Esto es, que pueden dar la sensación de que el candidato está intentando demostrar que "sirve para hacerlo todo".
Una persona puede contar con numerosas habilidades demandadas laboralmente, y todas ellas tienen cabida en un CV. Por ejemplo, para un puesto que pide cualidades de servicio de atención al cliente, una buena opción es añadir toda experiencia previa que demuestre cómo el candidato resolvió anteriormente diversos problemas de sus clientes. Por tanto, esta sección debería servir especialmente para enumerar habilidades técnicas, como la mencionada o como hablar en público.
"Pongamos como ejemplo la posesión de un certificado que no tiene por que ser un grado de educación superior", comenta Salemi, como un documento que demuestra que se superó un curso online de entrenamiento en marketing. Este es un ejemplo claro de algo que se debe incluir en la sección de cualidades. Otro ejemplo muy típico son los idiomas, o concretamente toda experiencia o diploma que demuestre el dominio de otra lengua.
