Empleo

Trabajar lo justo: por qué cada vez más gente se siente poco implicada en su empleo

  • Un estudio analiza las causas que llevan a los empleados a estar cada vez menos motivados

Dicen que, como versión derivada de la denominada 'Gran Dimisión', mucha gente ha empezado a ejercer la 'Dimisión Silenciosa': implicarse cada vez menos en el trabajo y proponerse no hacer nada que sobresalga lo que deben hacer. Lo mínimo y necesario.

La explicación que están dando los expertos y sociólogos es que estas personas rechazan la idea de que el trabajo deba ser el eje central de su vida. Dicen "no" a las peticiones de ir más allá de lo que creen que debería esperarse de una persona en su puesto, en una conducta que muchos ligan con cambios laborales propios de la pandemia.

Pero en realidad, la renuncia silenciosa puede ser un nuevo nombre para un viejo comportamiento, según un nuevo estudio de Harvard Business Review.

Trabajo como suplicio o como propósito: qué marca la diferencia

Buscaban responder a la siguiente pregunta: ¿Qué es lo que marca la diferencia entre los que ven el trabajo como un suplicio y los que sienten que les da sentido y propósito?

Los datos demuestra que esto no tiene tanto que ver con la voluntad de los empleados de trabajar más duro y de forma más creativa, sino con la capacidad de los directivos de establecer una relación con sus empleados en la que estos no cuenten los minutos que faltan para la hora de salida.

Tras analizar los datos recopilados desde 2020 sobre 2.801 directivos, que fueron calificados por 13.048 subordinados directos.

Descubrieron que los directivos menos eficaces tienen entre tres y cuatro veces más personas que entran en la categoría de "renuncia silenciosa" en comparación con los líderes más eficaces. El 14% de sus subordinados directos hacen lo mínimo en su trabajo y solo el 20% están dispuestos a hacer un esfuerzo adicional.

Sin embargo, los que obtuvieron la mejor calificación en cuanto a equilibrio de resultados y relaciones, vieron que el 62% de sus subordinados directos estaban dispuestos a hacer un esfuerzo adicional, mientras que solo el 3% renunciaba en silencio.

Si estás reduciendo tu esfuerzo al mínimo necesario para completar las tareas, es probable que tu trabajo ya no te apasiones en nada y sea "también otro síntoma de agotamiento", comenta la experta.

El riesgo de la dimisión silenciosa vienen si da como algo sostenido a largo plazo, sin otras acciones para intentar cambiar la realidad de tu situación, como buscar otro empleo o plantearse alternativas.

El consejo es el mismo que ante casos de agotamiento laboral: si el equilibrio entre la vida laboral y la personal no es el adecuado, si el salario no satisface tus necesidades o si no hay apoyo para conseguir el ascenso que deseas, mantén una conversación con los jefes o responsables antes de decidir abandonar el trabajo puede cambiar tus condiciones para bien.

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