Elecciones Generales

Qué son y cómo influyen el voto nulo, el voto en blanco y la abstención en las elecciones

  • Solo el voto en blanco influye en el reparto de escaños en unas elecciones
  • Aún así, los candidatos lucharán por conseguir la menor abstención posible
  • La ley d'Hondt establece el sistema de reparto de escaños en España
Sobres electorales. Foto: Reuters

Los cinco candidatos de los partidos políticos con mayor representación en España saben que son muchos los votos que están en el aire a pocos días del 10-N. Se estima que un 32% de los votantes están indecisos a estas alturas pero además se enfrentan a un alto riesgo de abstención. Estos fantasmas no son los únicos a hacer frente: los votos nulos y en blanco también condicionan las citas electorales, aunque unos más que otros. Especial Elecciones Generales.

¿Qué es el voto nulo?

El artículo 96 de la Ley Electoral establece como voto nulo aquel emitido en un sobre no oficial o el que aún siendo entregado en el adecuado contenga una papeleta manipulada (tachada, pintada, subrayada...) o algún otro contenido fuera de las reglas.

Así se anulará cualquier sobre que contenga más de una papeleta, o en cuyo interior se encuentren otros símbolos y objetos diferentes al correspondiente... (mensajes, fotografías, propaganda...) La norma solo dará por válido el sobre que contenga dos papeletas siempre que sean de la misma candidatura.

En el caso del Senado, será voto nulo (además del que se contabiliza por sobres o contenidos inadecuados) aquella papeleta en las que se hubieran señalado más nombres de los correspondientes por circunscripción.

El voto nulo es el considerado voto 'gamberro' porque en la mayoría de los casos es consciente. Se trata de un "voto emitido no válido" que depositan en las urnas los ciudadanos descontentos con el sistema electoral y con la situación política. Esta representación del desacuerdo no cuenta en el reparto de escaños ni benefician ni perjudican a nadie.

¿Qué es el voto en blanco?

Diferentes consecuencias tiene el voto en blanco, que consiste en introducir en la urna un sobre sin contenido o, en caso del Senado, con una papeleta en la que no se ha señalado el nombre de ningún candidato. Esta manera de votar sí contabiliza en el recuento, por lo que influye en el reparto de escaños. 

Cabe hacer una breve referencia a la Ley d'Hondt, el sistema de cálculo proporcional del sistema electoral español. Para empezar, la norma establece 'la regla del 3%': en cada circunscripción quedarán excluidas las candidaturas que no hayan obtenido al menos el 3% de los votos válidos emitidos. Así, los votos en blanco, al ser contabilizados, provocan que una candidatura necesite más votos para conseguir escaño y hacen que las formaciones que superan al límite ese 3% sean las más perjudicadas en las circunscripciones pequeñas (aunque no son muchos los casos en los que esto ocurre).

En el caso del Congreso de los Diputados se reparten 350 escaños entre 52 circunscripciones. En cuanto al Senado, cada provincia elige cuatro senadores mientras que Gran Canaria, Mallorca y Tenerife eligen tres cada una de ellas, Menorca, Ibiza-Formentera, Fuerteventura, Gomera, Hierro, Lanzarote y La Palma uno. En el caso de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla cada una elige a dos senadores.

Ejemplos de aplicación de la ley d'Hondt

En una provincia X están en juego cinco diputados al Congreso en total. Tras el recuento de votos, hay tres partidos (A, B y C) que entran en el juego por esos escaños al haber logrado el mínimo del 3% exigido. Según la ley d'Hondt, hay que dividir el número de votos que ha obtenido cada partido por el número de diputados en juego (1, 2, 3, 4 y 5). En este supuesto se obtienen 15 cocientes: los escaños irán a quienes correspondan los cinco más altos. 

Partido A: 80.000 votos totales

Partido B: 65.000 votos totales

Partido C: 23.000 votos totales

Votos/1 Votos/2 Votos/3 Votos/4 Votos/5

A 80.000(1) / 40.000(3) / 26.666(5) / 20.000 / 16.000

B 65.000(2) / 32.500(4) / 21.666 / 16.250 / 13.000

C 23.000 / 11.500 / 7.666 / 5.750 / 4.600

Según este ejemplo, el partido C se queda fuera del reparto porque entre A y B se llevan los cinco diputados a repartir. El primer diputado lo consigue el partido A (80.000), el segundo es para el B (65.000), el tercero vuelve a ser del A (40.000), el cuarto del B (32.500) y el quinto otra vez para el A (26.666).

En el siguiente vídeo compartido por el Congreso se explica con un ejemplo similar el sistema electoral:

¿Qué supone la abstención?

La tercera opción más allá de acudir a votar siguiendo las reglas del sistema electoral es abstenerse, es decir, no emitir voto ni personalmente ni por correo. Al no haber voto, éste no se suma y no afecta a los resultados. Sin embargo, los candidatos a las elecciones lucharán hasta el último momento para convencer a quienes apuestan por quedarse en casa el domingo que les entreguen su confianza porque se prevé que la abstención sea muy alta.

La abstención puede traducirse en indiferencia, descontento con el sistema electoral, enfermedad... En este supuesto, los factores que lleven al elector a no votar pueden asumirse también como idénticos a los de los votantes que apuestan por el nulo o en blanco.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky