
Hace exactamente un año y tras haber participado en el mítico programa Saturday Night Live, el todavía candidato republicano, Donald Trump, reiteraba a este periódico que ganaría la presidencia. Por aquel entonces, esta situación resultaba más bien utópica y hasta jocosa. Todavía más si, previamente, el actor Larry David, quien normalmente se enfundaba el papel del senador demócrata por Vermont, Bernie Sanders, espetaba un "racista" al empresario durante su discurso al comienzo del programa. Pinceladas de la obscena campaña que todavía quedaba por llegar. Así es Mike Pence, su vicepresidente.
Horas más tarde, su hija Ivanka, escoltaba a su progenitor en el colorido sarao de celebrities, cómicos y demás variopintas personalidades organizada en el restaurante Zango por la NBC, donde mostró confianza plena en las aspiraciones de su padre. La misma admiración que ya expresó hace ocho años, cuando durante una entrevista con elEconomista definió a su padre como "un hombre muy motivado, meticuloso y sobre todo un apasionado de todo lo que hace". En la misma conversación, su hermano mayor y primogénito de Trump, Donald Trump Jr., sumó a la lista de calificativos un par más, los de "detallista y trabajador".
Características que sólo una parte del electorado estadounidense ha sabido identificar un año después, al apostar por un empresario que nunca ha ocupado un cargo público como el próximo inquilino de la Casa Blanca. Un logro que llega ensombrecido por los continuos desatinos de su verborrea durante la campaña, donde sus comentarios se han definido como sexistas y xenófobos, entre otras lindezas.
Sin embargo, es a partir de ahora cuando Trump se convierte en protagonista de su propio reality y se postula como el aprendiz de presidente, en un momento en el que el país se encuentra más dividido que nunca y dispuesto a gritar el aquello del "you are fired" (estás despedido), al menor traspiés en su periplo en el Despacho Oval.
Una vida pública
La vida de Trump se encuentra ineludiblemente ligada al mundo de los negocios y la empresa privada. Es el mayor accionista de The Trump Organization, empresa fundada por su padre Fred Trump, con sede en Manhattan, Nueva York y que gestiona propiedades inmobiliarias y hoteles en diferentes países del mundo, aparte de desarrollar proyectos de nueva construcción.
Tanto es así que el magnate norteamericano estuvo a punto de perder toda su fortuna a finales de la década de los 80, cuando en una operación para comprar el Taj Mahal Casino se endeudó hasta que su compañía entró en suspensión de pagos. En los noventa, y tras la cesión del 50% del casino en forma de acciones, consiguió recuperar la confianza de los inversores, que pusieron facilidades para la refinanciación de la deuda del magnate, que acabó por recuperarse de su delicada situación financiera para finales de los 90.
Se especuló que el problema de solvencia de Trump tuvo su origen en 1990, tras el divorcio con su primera esposa, la deportista checa Ivana Trump, quien obtuvo una compensación económica de 10 millones de dólares, una pensión anual de 600.000 dólares, una mansión en Connecticut y un apartamento en el Trump Plaza de Nueva York, además de la custodia de sus hijos.
Al margen de sus aventuras inmobiliarias, Trump también es, como ya se ha mencionado, un icono televisivo. En 2005, tras casarse con su actual esposa Melania, de origen esloveno, estrenó su reality The Apprentice que emitió la cadena NBC y que presentó el magnate hasta febrero de 2015, cuando decidió no renovar su contrato. En el show participaban 17 empresarios que competían por un premio de 250.000 dólares y un contrato para dirigir una de las empresas Trump. La idea contó también con un spin-off protagonizada por personalidades de la farándula estadounidense.
En el plano íntimo, cabe señalar que buena parte de la actitud del magnate norteamericano fue forjada durante su infancia. El joven y conflictivo Trump fue enviado por su padre a la academia militar de Nueva York, con el objetivo de enderezar su conducta a la edad de 13 años. Además, tal y como ha confesado en varias ocasiones públicamente, es abstemio, por lo que no prueba bebidas alcohólicas, debido a la temprana muerte de su hermano Fred, que perdió la vida con 41 años a causa del alcoholismo.