
La convocatoria de elecciones en Cataluña en día laborable ha sido el colofón de la tormenta perfecta para los empresarios catalanes. Si ya se habían visto afectados por los efectos en el consumo y la inversión por la incertidumbre política de los últimos meses, este jueves deben asumir un coste adicional por el propio dispositivo humano para celebrar los comicios, así como por los permisos a los trabajadores para ejercer su derecho al voto. EN DIRECTO | Siga la última hora sobre las elecciones de Cataluña del 21D
Según cálculos de la patronal Pimec, este coste adicional será de al menos 230 millones de euros. Es una estimación a la baja, partiendo de que los autónomos utilizarán una media de una hora para ir a votar y los asalariados tres -el máximo del permiso que establece la ley es de cuatro horas si el horario del trabajador coincide con el horario de votación en cuatro horas o más-. En el monto total se incluye también el coste de los permisos a quienes deban ser miembros de las mesas electorales e interventores, ya que en ese caso tienen derecho a tener todo el día libre más cinco horas de permiso el viernes.
Sin embargo, la estimación de Pimec, realizada a mediados de noviembre, no tuvo en cuenta un aspecto destacado de estos comicios, la figura del apoderado. Los partidos independentistas han captado voluntarios para controlar todas y cada una de las 8.247 mesas electorales y realizar un recuento paralelo de los votos. Por ello, habrá muchos más apoderados que en citas autonómicas anteriores, y también tienen derecho a tener el día libre en su trabajo. Solo ERC ha reclutado a casi 20.000 apoderados, cuando en otros comicios tenía unos 8.000, para evitar un pucherazo, según dijo su director de campaña y portavoz, Sergi Sabrià. También la ANC y los Comités de Defensa de la República (CDRs) pidieron voluntarios para que se inscribiesen como apoderados de cualquiera de los tres partidos independentistas -JuntsxCat, ERC y la CUP-. En la contraparte, el PSOE ha mandado 200 apoderados al PSC para reforzar el dispositivo socialista.
En las empresas, las de mayor tamaño han acordado paros planificados para organizar la votación de la plantilla por turnos, lo que supone reducir horarios, según CCOO y UGT.
En general, las empresas han optado por concentrar los permisos al inicio o el final de la jornada laboral para minimizar el impacto en la actividad, aunque la afectación es inevitable. Además, los sindicatos van a estar atentos para denunciar prácticas que limiten los derechos de los trabajadores -ven el mayor riesgo en las subcontratas ligadas al sector educativo, en el que este jueves es día no lectivo por las elecciones- y, según UGT, Inspección de Trabajo reforzará su personal.
En el sector industrial, este 21-D provocará que las dos grandes fábricas catalanas de automóviles reduzcan su producción en más de 1.000 unidades, ya que tanto Seat como Nissan han optado por reducir los turnos de día a la mitad para permitir votar a sus trabajadores, lo que supondrá un total de ocho horas menos de trabajo esta jornada. En Seat, que habitualmente produce entre 2.200 y 2.400 coches diarios en Martorell (Barcelona), este jueves serán unos 800 menos. Por su parte, Nissan, que fabrica entre 450 y 490 vehículos diarios en la Zona Franca de Barcelona, verá caer su producción a alrededor de la mitad, superando las 200 unidades, según fuentes de las compañías.