Elecciones Cataluña 2017

Iceta, ¿salvar Cataluña después de salvar al PSC?

  • Ha estado presente en todos los momentos clave del socialismo español
  • En 2015 atenuó la caída del PSC y en 2016 salvó la relación con Ferraz
  • Su propuesta de concordia y equidistancia busca ocupar el máximo espacio
Miquel Iceta, anoche en el acto de cierre de campaña del PSC. Foto: EFE

Hace unos años, tampoco tantos, cuando el PSC se deshacía a la velocidad de la luz, un gag del Polónia situaba a los supervivientes del partido en un garaje -tan pocos eran que allí hacían las ejecutivas- buscando a alguien que se comiera el 'marrón' de relevar a Pere Navarro. Todos los presentes huían ante tal 'patata caliente' y al fondo, tras el habitual cristal con manguera de una caja de incendios, aguardaba él. Miquel Iceta -un magistral Carlos Latre- saludaba predispuesto a ser usado en caso de emergencia e intentar extinguir el fuego. Evidentemente, hubo que romper el cristal y la metáfora reflejaba una de las máximas del socialismo, especialmente el catalán: Iceta siempre está. En directo | Siga la última hora sobre las elecciones de Cataluña del 21D.

Como desgrana el periodista Raúl Montilla en su reciente libro Iceta, el estratega del Partido Socialista (Ediciones B), el ahora candidato a la Generalitat estuvo en el incipiente PSC que se fraguaba a finales de los 70 y en el hegemónico municipalismo socialista del Baix Llobregat en los 80, pisó los búnkeres de la Moncloa de Felipe González como llave maestra de Narcís Serra, vivió en una pensión detrás del Congreso, se hizo Maquiavelo en el Parlament, armó las primarias que Borrell ganó a Almunia, tejió y destejió en la intrincada etapa de los tripartitos en Cataluña, sujetó a un partido a punto del despeñe definitivo, salvó las relaciones con el 'hermano' PSOE en plena matanza interna mientras apoyaba a Pedro Sánchez y no lo hacía y aún tuvo tiempo de mediar para que Puigdemont convocase elecciones y no diera paso a una DUI con mal futuro.

Guste más o guste menos, Iceta es el posibilismo hecho política. El PSC se enfrentaba al último clavo del ataúd en las "plebiscitarias" de 2015 cuando apareció bailando Queen en un mitin -él dice que fue improvisado, otros que le conocen dicen que muy estudiado- y logró que el partido fuese tercera fuerza política dejando atrás a la fórmula catalana de un Podemos que en esas fechas amenazaba con desbancar definitivamente a los socialistas en todo comicio. Su propuesta de concordia en un conflicto que a días casi parece una guerra se ha ido abriendo hueco y algunos han parecido percatarse a tiempo. No por casualidad en las últimas semanas ha sido invitado como a un millar de desayunos informativos en Madrid.

Es federalista, catalanista, constitucionalista, ve a Cataluña como nación y muchas cosas más, pero escuchándole pareciera que Iceta sólo quiere tranquilidad. Si la tormenta de la que venía en su nave Enterprise -es reconocido miembro del Club de Star Trek en España- parecía poco, ahora ha envidado a la grande y ha dado un giro que sólo esperaban los más avezados politólogos: cuando todo estaba destinado a darse la mano con los 'comunes' aún con el desplante de Colau en Barcelona, Iceta se puso a hacer sus listas y fichó para su equipo a Uniò, la otra hidra de la bicefalia que fue la CiU de Pujol. Hace 15 años si le hubieran dicho a Duran i Lleida que iba a acabar votando al PSC se habría desmayado. No contento con ello, en una última pirueta, Iceta también ha fichado al que fuera fiscal Carlos Jiménez Villarejo, quien fue en la primera lista electoral de Podemos en aquellas elecciones europeas de 2015.

Esto lo ha hecho en medio de fugas y pérdidas de Ayuntamientos por el apoyo del PSOE al 155 y mientras él ha defendido el indulto a los políticos catalanes encarcelados. Todo resultado de una calculada equidistancia en la que el socialista parece haber adelantado a Colau y que busca ocupar el máximo espacio posible. No va a ganar, y su deseo de convertirse en un presidente a la Borgen -serie danesa en la que una fuerza que no ha sido vencedora encabeza un Gobierno- es más que difícil, pero Iceta ha conseguido que suba la intención de voto del PSC después de casi una década. No es poco. Por el momento, propone para todos los catalanes 'larga vida y prosperidad'. Que diría el capitán Spock.

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