
Luis Garicano es uno de los economistas españoles más internacionales. Su primera entrevista -telefónica- con elEconomista se produjo precisamente mientras viajaba en el AVE, una infraestructura para la que Ciudadanos tiene nuevos planes.
Unas ideas que, con su mera enunciación y el debate suscitado, ya han conseguido introducir el análisis coste-beneficio en la planificación de proyectos. Catedrático de la London School of Economics y profesor de la Reina de Inglaterra por un día, comparte con elEconomista los detalles del programa económico que coordina para Ciudadanos y su análisis de la coyuntura vigente.
Los españoles tenemos la certeza de que cada vez cotizaremos más y las pensiones será menores. ¿Qué prevé Ciudadanos al respecto?
Nuestro objetivo es asegurar la máxima transparencia para que los españoles sepan exactamente con cuánto dinero cuentan para su jubilación, pero no vamos a alterar el sistema más allá de los principios de ajuste automático que se introdujeron en las últimas reformas. En pensiones sí se ha avanzado mucho. Las reformas de PP y PSOE han ido en la buena dirección.
En IRPF anuncian un cobro para las rentas más bajas. ¿Cómo van a pagar ese 'dividendo fiscal' dado que el grueso de las rentas están por debajo de 30.000 euros?
El complemento salarial anual (CSA), efectivamente, va a ser cobrable por una proporción importante de los ciudadanos. El coste son 7.800 millones. Va a reducir la economía sumergida, porque la gente querrá declarar. Para sufragarlo, vamos a eliminar muchos agujeros, sobre todo en Sociedades, lo que reportará unos 3.500 millones. También vamos a hacer cambios en la lucha contra el fraude, restringiendo el sistema de módulos y elevando el número de inspectores fiscales. La tercera fuente de ingresos será la reducción del gasto público, borrando duplicidades, fusionando Ayuntamientos y eliminando Diputaciones. Todo eso nos va a brindar unos 5.000 millones. La lucha antifraude nos daría hasta 20.000 millones, pero no estamos contando con ella en el cálculo.
¿Y no temen la picaresca? ¿Que el empresario 'descuente' que se va a percibir un ingreso fiscal y, en consecuencia, fije salarios menores?
Hay muchos estudios sobre el impacto del complemento salarial en los sueldos. Se introdujo en Suecia en 2007, funciona en EEUU e Inglaterra. De lejos, la mayor parte del complemento va directamente a un alza de los salarios.
En IVA van a reducir los tipos impositivos a dos, con lo que subirá el gravamen de los productos básicos. ¿Cómo vender esto con unos sueldos diezmados por la crisis?
Los consumidores gastan en pan, pero también en electricidad y gasolina, que también son básicos y su gravamen baja en tres puntos. Yo le preguntaría a la gente en qué gasta más: en pan o en electricidad y gasolina. La bajada del tipo general va a suponer más alivio que el alza del reducido. Además, los países que más redistribuyen renta no lo hacen vía impuestos indirectos.
En el Impuesto de Sucesiones, abogan por la armonización entre CCAA. ¿Cómo salvar los escollos políticos que planteen los 'barones'?
Los barones tendrán que ser menos barones. El sistema autonómico español ha dado incentivos muy perversos. Habrá que dar una banda a las CCAA para que, dentro de ella, tengan libertad, pero tendrá que estrecharse. Lo que no puede ser es que haya diferencias de 100 a 1 entre autonomías en Sucesiones.
Pero, ¿cómo salvar la oposición de los dirigentes de distinto signo?
Pues habrá que hacer una ley orgánica que fije el marco en el que se tiene que mover el Impuesto de Sucesiones.
¿La eliminación de deducciones en Sociedades puede derivar a empresas a otros países? ¿Y la restricción a deducir los gastos financieros?
La deducibilidad de gastos financieros es una medida que tenemos que introducir con cuidado y con una transición. Hay un problema de exceso de endeudamiento en el sector empresarial español que tiene mucho que ver con la deducibilidad de intereses. Respecto al tipo de Sociedades, baja al 20 por ciento, pero eliminamos muchas deducciones y muchas trampas.
¿Tienen previsto hacer cambios en las prestaciones por desempleo?
No hay ningún cambio previsto.
¿Y qué hay de las cotizaciones?
Es indudable. Hay que bajarlas. En un país con el nivel de paro de España, todo lo que sea bajar el coste de emplear es bueno.
Pero planean una aportación empresarial del 1 por ciento para el seguro frente al despido.
Está calculado para que no haya ningún aumento del coste para las empresas, y para garantizar que los trabajadores no pierden con nuestro cambio del sistema de contratación laboral, que va a ser mucho menos distorsionador, mucho más sencillo y eficiente. También los trabajadores se benefician de la generalización del contrato indefinido, y tienen esta mochila que al final de la vida laboral es el 1 por ciento de los salarios percibidos. Equivale a medio año más de trabajo. Los trabajadores tendrán más incentivos para cambiar de empleo sin temor a perder su indemnización por despido, que ahora crea mucha rigidez.
Sus propuestas sobre el AVE han sido polémicas. ¿No cree que España necesitaba modernizar su red ferroviaria?
Hace unos días, la ministra dijo que iba a introducir el análisis coste-beneficio para las inversiones. ¿Cómo es posible que hayamos hecho inversiones enormes en infraestructuras sin haber calculado el coste y el beneficio? El propio Gobierno ha reconocido que nuestra propuesta es razonable. Hacía falta modernizar la red ferroviaria, sin duda. Pero lo podíamos haber hecho de otra manera. Lo que está en marcha hay que terminarlo, pero cualquier inversión futura en infraestructuras no se hará sin un análisis coste-beneficio. Tendremos que tratar el dinero de los ciudadanos como si fuera el nuestro.
Los informes en que se basa Fedea para denunciar ineficiencias del AVE niegan que deba llegar a todos los territorios. ¿Esto no implica condenar a ciertas zonas a la exclusión por mero azar geográfico?
No se trata de condenar a la exclusión, sino de buscar cuál es la mejor forma de conectar ese territorio con el resto de España. Quizás sea una autopista, o mejorar la red ferroviaria en vez de invertir en una línea de altísima velocidad. Hay soluciones intermedias. Todos somos conscientes de que el AVE lo usan muy pocos. Suena muy bien la idea de la cohesión, pero hay que calcular si realmente ésta es la mejor forma de cohesionar.
¿Qué tipo de regulador de los mercados prevén diseñar?
Es absolutamente crucial para que el mercado funcione que haya reguladores fuertes e independientes que hagan que las reglas de juego sean iguales para todos.
¿Y las multas por vulnerar la competencia?
Ahora son tan bajas que muchas veces a las empresas les compensa distorsionar la competencia y pagar la multa. Para acabar con la colusión y los abusos, hacen falta sanciones mucho más altas. También un sistema de chivatos y sanciones penales, como en EEUU, para las empresas que adopten esas conductas.
¿Qué ideas inspiran sus planes contra la corrupción?
Hay que proteger y dar apoyo máximo a las personas que se juegan su pan y su trabajo por denunciar estas conductas. Hay que hacer un esfuerzo por cambiar España, por hacer de España un país normal, similar a los del norte de Europa, donde no se estén escuchando escándalos de corrupción diariamente.
¿Es partidario de las amnistías fiscales? ¿Y de publicar la famosa lista de acogidos a la medida?
No soy partidario de las amnistías fiscales. Y es inadmisible el uso partidista de la Agencia Tributaria. La AEAT debe ser máximamente independiente, de modo que todos sepamos que funciona de manera objetiva. Me asusta que los españoles perciban que la Agencia Tributaria se pueda utilizar para acallar a unos o sacar datos de otros en aras de la lucha entre partidos.
¿Cómo embridar a las autonomías?
Tenemos un sistema de financiación autonómica kafkiano, perverso, absurdo. Y si alguien se planta, al final hay que rescatarlo. Es prioritario cambiar la financiación autonómica hacia un sistema de real corresponsabilidad fiscal donde los ciudadanos sepan qué impuestos y qué gastos son responsabilidad de la autonomía.
¿Y el caso vasco y navarro?
Hay que ir a un sistema fiscal equilibrado e igual para toda España. Tendríamos que encontrar una solución para que desaparezcan los privilegios y las desigualdades.
El Gobierno 'premió' a las CCAA, especialmente a las incumplidoras, con el interés cero y nuevos mecanismos de liquidez. Recuerda a cuando las cajas de ahorros mal gestionadas fueron ayudadas...
Sí. Es un problema de incentivos perversos.
Sostuvo en su libro 'El dilema de España' que el país tenía dos caminos: Dinamarca y Venezuela. ¿Esa dicotomía representa las diferencias entre Ciudadanos y Podemos?
El capítulo está escrito antes de que naciera Podemos. Y lo cierto es que hay acciones del PP y del PSOE que también son muy Venezuela, siempre que hay capitalismo populista, de concesiones y de amiguismos.
¿Qué opina de propuestas de Podemos como la quita de deuda?
Muchos bancos que tienen la deuda se hundirían. ¿Los rescatarían o no? O no los rescata y deja que los españoles pierdan sus ahorros, o los rescata y se vuelve al principio. Son propuestas que se hacen sin pensar. Le ha pasado a Varufakis en Grecia. Syriza ha ido por un camino que hace plantearse si habían pensado adónde conduce. Se están chocando contra un muro. El mundo actual es un mundo con movilidad de capitales, donde la gente se puede llevar el dinero fuera; con movilidad de personas, donde si uno limita los salarios la gente se puede ir a trabajar fuera; y con un euro en el que los socios tienen que estar de acuerdo. Nuestras propuestas asumen estas restricciones. Las de Podemos, en muchos casos, no son consistentes con el mundo en que vivimos.
¿Cree que hay que abrir la mano con Grecia?
Hay una solución muy fácil que estoy seguro de que el Gobierno alemán y los europeos estarían dispuestos a aceptar: un camino hacia el repago más suave, que realmente a Europa no le costaría nada, a cambio de unas reformas económicas serias. El problema es que Syriza no quiere una cosa ni la otra.
¿Qué ha hecho bien y qué mal el Gobierno de Rajoy en la estrategia anticrisis?
La estrategia anticrisis ha venido impuesta por el resto de Europa. Ha consistido en hacer lo mínimo que Europa acepte. En ese sentido, se han hecho muchas menos cosas de las que a España le hacían falta.
¿Cómo ve la coyuntura, la acción del BCE, la evolución del crédito?
La bajada del petróleo, el QE (quantitative easing o expansión cuantitativa) del BCE y la caída del euro están provocando un cambio muy positivo en Europa. La economía se está desapalancando y el crédito nuevo está creciendo. La bajada de tipos derivada del QE está forzando al sector financiero a buscar otros créditos que dar. La expansión cuantitativa se podía haber hecho antes, pero está funcionando. La inflación esperada está subiendo, ya no hay perspectiva de deflación, y el crecimiento está remontando. Es asombroso que Mario Draghi haya conseguido hacerlo. A todos nos parecía que Alemania lo iba a vetar y él ha conseguido crear un consenso. El BCE se ha comportado realmente como la única institución verdaderamente europea.