
Aunque el PSOE ha obtenido un buen resultado en casi toda España, no ha cumplido el objetivo de consolidar la victoria de las generales, trasladándola a autonómicas y municipales, y la fragmentación política entrega todo el protagonismo a las alianzas postelectorales.
Podemos se desploma y el PP evidencia su debilidad, pero podrá mantener e incluso recuperar algunos feudos, siempre contando con la muleta de Ciudadanos y Vox. Es obvio que se agrupa a Cs con el Partido Popular y con Vox en todas las mayorías, porque Ciudadanos no puede cambiar sus alianzas hacia el PSOE, pues ese viraje a largo plazo tendría un gran coste electoral y reforzaría al PP. Por esa razón, el apoyo de la formación naranja a los socialistas no parece muy factible y ha sido mil veces desmentido por Rivera.
Para el PP, poder recuperar la alcaldía de Madrid es un espaldarazo, así como aspirar a gobernar en otros municipios como Zaragoza, Alicante y Málaga ,tranquiliza a los partidarios de Casado, que se salvará por la mínima, sobre todo teniendo en cuenta que con alianzas podría retener el Gobierno de la Comunidad de Madrid, Castilla y León, Murcia, Ceuta y Melilla, entre otros, con lo que el desastre se contiene y queda en un severo recorte. Paradójicamente, Galicia reporta al PP unos desastrosos resultados que debilitan a Feijoo, principalmente de cara a unas futuras elecciones autonómicas.
Los principales ayuntamientos del cambio no han revalidado, a excepción de Cádiz, y han obtenido peor resultado cuánto más próximos estaban a Pablo Iglesias, uno de los perdedores claros de la noche electoral. La alcaldía de Barcelona parece estar perdida para Ada Colau, como así lo ha expresado en su comparecencia, por la fuerte subida de ERC, que tendrá que obtener el apoyo del PSC para gobernar.
Ciudadanos no consigue el sorpasso al PP, que resiste el envite, en ninguna comunidad ni en ningún ayuntamiento significativo, y Vox desciende lo suficiente como para traspasar al PP los votos que le permitirían recuperar e incluso mantener importantes posiciones, siempre dependiendo de lo que finalmente decida Cs. Pero sí que Vox obtiene el suficiente resultado como para ser decisivo en ayuntamientos y algunas comunidades.
Las elecciones europeas han sido claramente favorables al PSOE y el PP, con un mal resultado, no cae tanto como estaba previsto, pues ni Ciudadanoss ni Vox han sido capaces de obtener unos resultados en absoluto brillantes.
A excepción de las europeas, el sanchismo no ha obtenido los magníficos resultados que le auguraba Tezanos, especialmente en cuanto el poder municipal y autonómico, y la muleta de Podemos no le sirve en muchas plazas. La participación, similar a las elecciones del 2015, no ha ayudado a un PSOE que puede haber visto como parte de su electorado se volvía a desmovilizar. La apuesta por Pepu Hernández en Madrid no ha dado resultados y no conseguir la Comunidad de Madrid es una frustración basada en la debilidad de Podemos, que no le sirve, por escasa diferencia, para arrebatarle el Gobierno al PP, si Ciudadanos mantiene su apoyo.
El PSC se impone en las municipales a ERC en términos generales, incrementado la fuerza del socialismo en Cataluña. Quizás la necesidad de pactos entre estas dos formaciones a nivel municipal pueda reforzar las posibilidades de que apoye al Gobierno de Sánchez en el Congreso, aunque todavía es demasiado prematuro para avanzarlo.
Que el PSOE no haya sido capaz de arrebatar la Comunidad de Madrid al PP y que Manuela Carmena haya perdido el Ayuntamiento no consolida precisamente el poder de la izquierda, que era lo que parecía que podía suceder después del 28-A. El electorado, quizás, haya penalizado algunos movimientos del PSOE en los últimos días, como la actitud de la presidenta del Congreso ante la suspensión de los diputados encarcelados, lo que puede haber influido de alguna manera en la desmovilización de su electorado en algunas importantes plazas.
El sanchismo no avanza, el PP no sufre el desastre vaticinado y puede ganar Madrid, Cs no consigue acercarse al liderazgo del centro derecha, Podemos se desploma e Iglesias es el gran perdedor de las elecciones, mientras Vox mantiene posiciones que le harán estratégico en importantes ayuntamientos y comunidades, algo más de lo que podían esperar y que les hará tener posturas mucho más exigentes para los pactos.
Unas elecciones en las que el protagonismo ha sido de la fragmentación y en las que los pactos postelectorales centrarán la actualidad en las próximas semanas.