
El PP y, en particular, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, no se han arrugado ante el "rotundo no" con el que el líder socialista, Pedro Sánchez, contestó a la petición de Rajoy de que el PSOE permita su investidura.
El jefe del Ejecutivo está convencido de que existen muchas vías para dirigirse a sus rivales que no pasan por Sánchez.
Por ello, ha encargado personalmente a su mano derecha en Génova, Jorge Moragas, que se centre en buscar la cercanía de exministros de los Gabinetes de Felipe González.
Así, cuentan en la sede popular, son muchas las llamadas que Moragas ha hecho en los últimos días a los móviles de Carlos Solchaga o José Luis Corcuera.
No es probable que estos exprimeros espadas aseguren ningún tipo de apoyo, pero como mínimo, dicen en el PP, resulta factible que sigan tomando posiciones "incómodas" para Sánchez.