
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha firmado este miércoles la orden ejecutiva que autoriza la construcción de un muro en la frontera con México, bajo la premisa de que "una nación sin fronteras no es una nación". El muro de Trump con México: cómo será y cuánto costará la gran promesa del presidente.
Trump ha aprovechado su visita al Departamento de Seguridad Nacional para estampar su rúbrica en decretos relativos a seguridad, tanto fronteriza como interior, y avanzar así en unos planes cuestionados por su vecino del sur.
"Una nación sin fronteras no es una nación", ha proclamado Trump, durante un discurso en el que ha prometido "restaurar el Estado de Derecho y recuperar el control" de todos los límites territoriales. La frontera sur, con más de 3.000 kilómetros de largo, es la que más preocupa al mandatario.
Para Trump, existe una crisis en la linde entre Estados Unidos y México. "El secretario de Seguridad Nacional comenzará, junto a mí y mi equipo, la construcción inmediata de un muro fronterizo", ha prometido, si bien poco antes en una entrevista a ABC News había sugerido que las obras no empezarían hasta pasados unos meses.
En dicha entrevista, el mandatario ha explicado que su objetivo es comenzar a levantar el muro en cuanto se pueda. "En cuanto sea físicamente posible", se limitó a avanzar, sin aclarar tampoco cómo hará pagar a México el "cien por cien" del coste de dichos trabajos. Una cuestión que tampoco aparece mencionada con claridad en el memorando del muro firmado. Dicho documento sí recoge sin embargo la orden de identificar y cuantificar las ayudas económicas y militares que hoy en día y anualmente destina EEUU a México.
Lo único que ha quedado claro en cuanto al coste es que el Gobierno de EEUU adelantará el dinero y que podría hacerlo recuperando una ley de 2006 de George W. Bush que ya mencionaba la construcción de un muero en la frontera sur del país.
Trump ha subrayado que quiere colaborar con México para mejorar la seguridad y las oportunidades económicas a ambos lados de la frontera y ha avanzado que hablará con su homólogo, Enrique Peña Nieto, de posibles medidas para combatir los cárteles y luchar contra el tráfico ilegal de dinero y armas.
El presidente ha defendido su llegada a la Casa Blanca como un punto de inflexión en materia de seguridad, alegando que durante estos años las fuerzas y cuerpos no han podido hacer su trabajo de forma apropiada. Como medida inmediata, planea contratar otros 5.000 agentes fronterizos y de aduanas.
Asimismo, ha abogado por no dejar en libertad a las personas detenidas por delitos migratorios y, en cambio, ha planteado la creación de una oficina para ayudar a las víctimas de las "fronteras abiertas". Trump ha cargado también contra las 'ciudades santuario' que protegen a los extranjeros indocumentados.