La temporada de resultados en EEUU, relativos al pasado trimestre, comenzará con escasas expectativas. Los expertos pronostican un avance del beneficio por acción del 7%, el registro más bajo en los últimos tres años. Pese a lo decepcionante del dato, los analistas instan a no exagerar el pesimismo.
Es más, pronostican un mejor comportamiento de las empresas en el segundo semestre de 2019 cuando algunas de las actuales incertidumbres globales, como la posibilidad de una fuerte desaceleración del PIB global, pueden hallarse despejadas en mayor medida.
Ahora bien, en el corto plazo, la agridulce temporada de resultados tiene capacidad para lastrar la carrera hacia máximos históricos en la que Wall Street está aún inmerso.