
La Junta de Andalucía dará mañana luz verde a una nueva reforma en el impuesto de Sucesiones y Donaciones, que completa la ya realizada hace dos años por el anterior Ejecutivo regional. Si entonces se bonificó el 99% del pago a beneficiarios directos en herencias menores al millón de euros, ahora se elimina dicho límite.
Es cierto que los hermanos y sobrinos aún deberán abonar el impuesto. Pero supone un acierto que el Gobierno de Juan Manual Moreno replique el ejemplo de Madrid en este ámbito. Eliminar la penalización al mero cambio de titularidad de capitales beneficiará a Andalucía. Sin duda, la región estará en mejor predisposición de atraer riqueza que otros territorios, donde la percepción de una herencia puede ser una carga inasumible.