La ausencia de nuevos Presupuestos no impide al Govern de Quim Torra asegurar una partida de gastos a subvencionar a los medios afines con el procés.
Es más, Torra se alinea con una práctica muy arraigada en la Generalitat, como es registrar una determinada cifra, para luego llevar a cabo un desembolso superior. En el caso de este año, los 7,4 millones de ayudas acabarán elevándose a cerca de 9 millones.
Sin duda, este aumento será muy beneficioso para los intereses electorales de Torra, en un año que Cataluña celebra comicios municipales. Sin embargo, deben resaltarse los perjuicios que supone situar la propaganda del procés entre las prioridades de gasto en una autonomía que acometió, y aún mantiene, recortes en servicios públicos básicos.
