
Los nuevos competidores digitales obligan a la banca tradicional española a reinventarse, máxime si se considera que estos actores no arrastran pesadas cargas como el mantenimiento de oficinas.
Consciente de esta realidad, Santander pone en marcha un bonus de hasta 30 millones para fomentar la digitalización en el seno de la entidad. El incentivo está enfocado a directivos y empleados, y se abonará mediante entrega de acciones y opciones sobre acciones del banco.
Con ello, Santander busca el compromiso de su plantilla para lograr diversos objetivos: la internacionalización de Openbank; extender la iniciativa SuperDigital que ya funciona en Brasil a otros territorios; presentar una plataforma global de servicios de comercio y otra para comerciantes y la puesta en marcha de una aplicación para pagos internacionales.
La entidad aboga por una modernización que va más allá del mercado doméstico
La iniciativa es a todas luces adecuada, por varios motivos. Primero demuestra el firme compromiso de la entidad con su propia hoja de ruta con la que espera dar importantes pasos hacia la modernización en 2019. También refleja que la digitalización que Santander pretende no se centra solo a España sino que engloba a toda su operativa a nivel mundial, lo que es un acierto ya que los retos que el sector financiero afronta en este ámbito no se ciñen solo al mercado doméstico sino que también tienen lugar en todos los países donde la entidad está presente.
Y, por si fuera poco, el bono refleja que la digitalización no es una estrategia que concierne en exclusiva a la directiva, sino que es los suficientemente importante como para que toda la plantilla participe, y se beneficie, de la misma.