Editoriales

Mensaje adecuado sobre el diésel

La ministra de Industria, Reyes Maroto. N. Martín.

La ministra Reyes Maroto protagonizó el más reciente Ágora de elEconomista en un momento en el que todas las áreas bajo su competencia afrontan retos. En concreto, el comercio sufre, a escala mundial, las turbulencias de la guerra no resuelta entre EEUU y China, mientras aún se desconocen los efectos que el Brexit tendrá para el turismo en España.

Con todo, es en el sector industrial español donde el final de legislatura ha sido más conflictivo. El desafortunado mensaje lanzado por el Ministerio de Transición Ecológica, acerca de los "días contados" del diésel, no solo causó alarma en el sector, sino que provocó una caída de ventas injustificada de esta motorización. Meses después, lejos de alimentar la inestabilidad, la ministra de Industria defendió con contundencia la decisión de que la reciente Ley de Cambio Climático se elaborara sin incluir la temida prohibición del diésel en 2040.

Como Maroto subrayó, dar ese paso suponía llegar más lejos de lo que la legislación europea demanda. Pero más importante aún es el hecho de que nadie cuenta con una "bola de cristal" como para permitirse dar por desahuciada una tecnología en un plazo de más de 20 años. No existe aún base científica ni técnica sobre la que asegurar que los vehículos de gasóleo (y gasolina) están ya abocados a ser prescindibles.

Máxime cuando la propia industria automovilística, pese a sus esfuerzos de adaptación, solo fabrica actualmente 50.000 vehículos eléctricos de un total de tres millones producidos en suelo español.

El mensaje de Maroto, por tanto, sí es conforme con la realidad, al tiempo que evita crear perjuicios gratuitos a un sector que representa el 10 por ciento del PIB y da empleo de alta cualificación a casi 600.000 personas.

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