Editoriales

¿Pasión Turca?

Estambul es Santa Sofía, catedral ortodoxa convertida en mezquita (lo contrario que en Córdoba y nadie piensa revertir su uso), abigarrada multitud, cruce de continentes, historia imperial bizantino-otomana. También ofrece un implante capilar barato o degustar comida con sabor a sultanato-califal e ir de compras al Gran Bazar. Lo que es una ingenuidad es invertir allí ahora a largo plazo.

Nunca entendí la inversión europea en la Turquía de Erdogan. Ahora mis prevenciones se están cumpliendo. Invertir en Turquía es como hacerlo en Argentina. Todo experto en riesgos sociopolíticos debe desaconsejar la inversión a largo plazo en el país austral; que se lo digan a Repsol sino y a Telefónica este año. La connivencia de la política justicialista con los sindicatos peronistas perturban la seguridad jurídica básica para el tráfico mercantil.

Turquía fue europeizada por Ataturk. Pero Erdogan en su escalada presidencialista intenta acabar con la separación de poderes y la libertad política poco a poco. El Banco Central y el Tribunal Supremo están en riesgo de perder independencia, lo que, en un país con inflación, es como echar una cerilla encendida a un bosque reseco. Además, como en una dictadura, el nepotismo reverdece. Su ministro de economía es el yerno del presidente. Yerno que no ha podido frenar la caída de la libra en los mercados de divisas. Por eso Erdogan ha pedido al ciudadano que saque sus dólares y el oro del colchón y compre liras para defender la moneda nacional; lo normal es que ocurra lo contrario y se utilicen liras para comprar dólares. El patriotismo flaquea cuando del propio bolsillo se trata.

Por si faltara algo en la guerra siria, que Turquía no puede eludir por razón de vecindad, Erdogan, obligado por su enfrentamiento a los kurdos, se alía con Rusia, enfadando a Trump que sube los aranceles a sus exportaciones a EEUU. Aunque Turquía es miembro de la OTAN, en Siria juega con Putín e Irán. No es raro que su riesgo sociopolítico haya subido ¿cómo no lo han visto los estrategas empresariales europeos?

Los departamentos de Public Affairs, creados en su inicio para el ejercicio del lobby, en su más moderna versión deben ser gabinetes de prospectiva que aconsejen sobre los riesgos geopolíticos de un territorio, antes de invertir en él. Si algo ha fallado en las operaciones turcas ha sido la evaluación realista de esos riesgos. Ahora las inversiones están hechas y queda aguantar o irse con el menor coste posible. Una retirada a tiempo puede ser una victoria.

Como en la Pasión Turca (novela de Antonio Gala que protagonizó Ana Belén en el cine) el nuevo Estambul de Erdogan embruja y, mientras atrae, esconde un almíbar amargo ¡Que no lo hayan visto los expertos empresariales tiene delito!

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Comentarios 1

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Carmen
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Buenas tardes:

Santa Sofía es actualmente un museo. Ataturk decıdıo convertırlo en museo.

Un saludo

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