La bolsa europea sigue exhibiendo músculo, especialmente en España e Italia. El modo en que el mercado del Viejo Continente superó turbulencias, como la inestabilidad política italiana, insufla una lógica confianza en los inversores. Pero, en semanas tan llenas de acontecimientos como ésta, conviene no dar por descontada ninguna tendencia. Está por verse cómo terminará el histórico encuentro de hoy entre EEUU y Corea del Norte, ya que el entendimiento no puede asegurarse.
Pero, en clave europea, más importante aún es el discurso del BCE de pasado mañana. Es muy posible que la bolsa se haya precipitado al dar por garantizado que Mario Draghi está listo para detallar su hoja de ruta tras retirar los estímulos. La normalización monetaria puede tardar aún.