
El pasado año fue histórico para McDonald's en Europa. De hecho ganó 9.334 millones con sus restaurantes en el Viejo Continente. Pese a ello, la matriz instalada en Luxemburgo solo pagó el 0,03% del resultado en impuestos.
Es cierto que en países como España, la cadena ha tributado con una tasa media del 27%, por lo que su caso es muy diferente al de las grandes tecnológicas, que consiste en llevarse todos los ingresos que generan en Europa a paraísos fiscales. Con todo, el hecho de mantener la matriz en Luxemburgo permite a McDonald's desviar ingresos de otros países al Gran Ducado, reduciendo con ello su factura fiscal. Urge, por tanto, que la cadena cumpla su compromiso con Bruselas y abandone la ingeniería fiscal a la que aún recurre.