Pese al Brexit, los inversores nunca mostraron aversión a Reino Unido. Así, no pocos vieron en la depreciación de la libra desde 2016 un impulso al comercio exterior e invirtieron en empresas exportadoras británicas. Desde entonces, han surgido aún más factores que invitan a apostar por la Bolsa de Londres.
En especial, debe valorarse el pacto de la semana pasada que fija la permanencia transitoria de Reino Unido en la UE hasta 2021, lo que elimina incertidumbres. Es cierto que persisten dudas, como cuál será la vinculación comercial del país con la Unión; además, la volatilidad es máxima en la renta variable europea. Pero, con las debidas cautelas, los inversores deben valorar las oportunidades que ofrece el índice FTSE, con un potencial de subida del 16%.