
El nuevo plan de Iberdrola hasta 2022 tiene en las inversiones su gran protagonista. La partida aumenta un 12%, de 28.000 millones a 32.000 millones. El acelerón no implica que la eléctrica cambie su estrategia, ya que dedica el 90% del capital a negocios regulados y predecibles.
Debido a ello, Iberdrola espera alcanzar un beneficio de hasta 3.700 millones en 2022 e incrementar el dividendo. El plan tampoco sorprende en el destino de las inversiones. Al menos, el 75% va al mercado exterior.
Sin duda debe elogiarse la adecuada internacionalización de la eléctrica en países como México y Brasil. Esta apuesta, además de denotar fortaleza, es una reacción comprensible ante las incertidumbres normativas que ha vivido el sector en España.