Editoriales

Una solución real para el Canal de Isabel II

El saneamiento al que el Canal de Isabel II sometió a sus filiales en América aflora pérdidas de 8,2 millones. Esa cifra podría considerarse un aval para la decisión del Canal de venderlas en bloque, aunque presentan aún puntos fuertes como la estabilidad de sus ingresos. Ahora bien, la empresa pública madrileña ya reconoció que la operación obedece sobre todo a motivos políticos, debido a la investigación que afecta a la compra de dos de esas filiales, Emissao e Inassa.

Por tanto, la venta en bloque puede considerarse un paso extremo, que trunca la internacionalización a la que toda empresa está abocada en un mercado globalizado. Si el verdadero objetivo es paliar el daño que las presuntas prácticas corruptas causan al sector público, la solución real sería privatizar el Canal.

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