
Los esfuerzos de la banca por mejorar la eficiencia permitirán a las entidades recuperar niveles de rentabilidad previos a la crisis, incluso en un entorno de tipos bajos. Esta mejora de las expectativas, unida al alivio en la presión regulatoria tras conocerse los términos de la nueva Basilea III, impulsa a las entidades en bolsa.
De hecho, el sector se ha revalorizado casi un 70% desde que tocó mínimos en 2015 y ya cotiza con prima con respecto a su valor contable. Este fuerte alza bursátil de la banca lleva a pensar que la bolsa española ya no está barata. Sin duda, la renta variable sigue siendo la mejor opción de inversión en la actualidad, pero es un hecho que el vigor de las entidades financieras en un índice tan bancarizado como el Ibex reduce su recorrido alcista.