Editoriales

Garantías razonables para Abertis

La futura españolidad de Abertis es objeto de debate, desde que sobre la concesionaria gravitan una opa de la italiana Atlantia y otra oferta de adquisición de la filial alemana de ACS, Hochtief. Ante esta situación, el Gobierno pedirá a ambos oferentes un plan que garantice aspectos como que Abertis cuente con contratas españolas para el mantenimiento de las carreteras que gestiona en nuestro país.

A primera vista, podría parecer que el Ejecutivo busca medios para lastrar la libre circulación de inversiones en la UE, como aquéllos que las empresas españolas sufrieron en otros Estados miembros como Italia o Francia. Ahora bien, la preocupación del Ejecutivo tiene una base lógica. Abertis no solo cuenta con participación en ámbitos de importancia estratégica, como los satélites de Defensa o las infraestructuras de comunicaciones (a través de Hispasat y Cellnex).

Además, desarrolla su actividad central en un sector, las concesiones viarias, que se deriva de un monopolio del Estado, cuyo objeto es responder al interés general. La inquietud del Gobierno sobre Abertis tiene base también en los precedentes que se han dado en otros sectores estratégicos, como el eléctrico, en el que la compra de empresas españolas ha menguado sus inversiones en nuestro país.

Por otro lado, los ejemplos de Orange, Carrefour o McDonald's demuestran que es posible compaginar la plena libertad con que estas empresas operen en nuestro país con la asunción de un compromiso a la hora de trabajar con proveedores locales. La búsqueda de unas mínimas garantías para la españolidad, aunque pueda presentar dificultades a la hora de definir cómo se concretarán en los pliegos de concesiones, constituye una política razonable para Abertis.

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