
Las empresas familiares son optimistas. Así lo indica el último barómetro realizado a estas firmas, que han doblado su nivel de confianza desde 2013. En concreto, el 80% de las compañías estiman que tanto los ingresos como los resultados irán en aumento, lo que, sin duda, impulsará la creación de empleo. Las buenas perspectivas que estas empresas tienen constituyen una buena noticia, debido a su importancia en el tejido empresarial.
Son, por tanto, un indicador adelantado del rumbo que está tomando el país. Con todo, conviene no pecar de exceso de optimismo. Si bien es cierto que la recuperación y el crecimiento económico son un hecho, existen factores, Cataluña principalmente, que pueden lastrar a las empresas familiares y al resto de la economía.