El índice bursátil MSCI Mercados Emergentes acumula un avance del 24% y dobla la rentabilidad de su indicador homólogo, propio de las economías avanzadas. Sin duda, los emergentes viven un momento dulce. Sus principales representantes se muestran más estables que meses atrás. China controla su desaceleración mientras Rusia y Brasil superaron su recesión. Además, la debilidad del dólar les beneficia, ya que aligera su deuda y eleva la venta de materias primas.
Por tanto, ofrecen una alternativa al inversor europeo o estadounidense para diversificar, ahora que estos dos mercados presentan ya valoraciones muy altas. Con todo, conviene ser cautelosos y no olvidar la alta sensibilidad de los emergentes a la inestabilidad política y a los efectos contagio.
